El prototipo fue elaborado por Ferdinand Porsche, quien más tarde llegaría a fabricar su propia marca de automóviles. Poco tiempo después, se estableció un contrato entre la Asociación de la Industria del Motor Estatal y Porsche.
Dicho documento estipulaba un presupuesto mensual de 20 mil marcos y estimaba que el primer prototipo debía de estar listo en un periodo no mayor a los 10 meses. Sin embargo, los propósitos de ambas partes eran opuestos: la Asociación estaba encaminada al desarrollo de carros de lujo para la clase alta y Porsche se centraba en lograr un auto popular.
Así, el Volkswagen nació en un ambiente dominado por aspectos políticos más que industriales. El primer prototipo se tuvo en 1935, pero fue hasta junio de 1938 cuando se presentó al público el VW 38. Hitler bautizó al nuevo vehículo como Volkswagen, que significa “coche del pueblo” bajo el lema nacionalsocialista: “al vigor por la alegría”.
El New York Times bautizó irónicamente al automóvil como “Beetle” (escarabajo) por la forma tan original y atractiva del modelo con unas curvas que recuerdan la forma de este insecto.
Su figura poco común se hizo notar, en un mundo donde los carros tenían una parte frontal rectangularmente alargada y de grandes tamaños. Otro de sus atributos que le hizo popular fue su excelencia automotriz, la cual edificó una verdadera confianza en sus usuarios por su resistencia, economía y conveniencia.
Para algunos economistas, el éxito del Volkswagen Escarabajo es la muestra del milagro alemán de las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, mientras que otros consideran que fue un fenómeno causa-efecto: el Escarabajo es muestra de la pujanza alemana y dicha bonanza provocó una alta demanda de vehículos Volkswagen en aquella época.
En la década de los años sesenta, el escarabajo marcó el surgimiento del movimiento hippie. Por esa época John Lennon confesó que conducía uno y los estudios Disney lo reclutó para “protagonizar” una serie de películas hasta 1980.
Ahí surge “Herbie”, una especie de Celestina con buenas intenciones, el vocho cobraba voluntad e intervenía en la vida de sus dueños para ayudarles a resolver sus problemas amorosos.
Declive
Desde finales de los años setenta, la demanda por el escarabajo empezó a declinar, lo que llevó al cese de su producción en varias plantas.
En Alemania se terminó de fabricar en 1978 y en Sudáfrica al año siguiente, dejando a Latinoamérica, a donde llegó en los años cincuenta como su exclusivo reducto. Pero el fin de su producción en Brasil en 1996 dejó a la planta de Volkswagen en Puebla, México, como el único fabricante de este modelo.
En 1998 se lanza al mercado el Escarabajo 98 o New Beetle el cual estaba a la altura de las exigencias, con un motor de inyección múltiple, frenos delanteros de disco, tablero ergonómico y sencillo, aire acondicionado y anteponiendo la funcionalidad a la complicación provocada por adminículos innecesarios para el transporte personal.
La era del escarabajo finaliza el 30 de julio de 2003 cuando se entrega la última edición de 3 mil unidades, tras una historia de 68 años, 21.5 millones de unidades fabricadas y una leyenda automotriz.
