Durante el gobierno del doctor Juan José Arévalo se instituyó un Acuerdo Gubernativo el 21 de junio de 1945 en el que se instituía el día 22 de diciembre de cada año la celebración del “Día del Ejército”.
Las referencias periodísticas encontradas en Prensa Libre en los años del gobierno del coronel Jacobo Árbenz Guzmán daban cuenta de la lucidez de los actos militares los cuales se realizaban en el Campo de Marte.
El 28 de julio de 1953, Prensa Libre informaba que el gobierno decidió cambiar la fecha de celebración al Ejército cambiándola del 22 de diciembre al 20 de octubre, fecha en la que se conmemora también la gesta revolucionaria de 1944 para que se realizara una fiesta cívico-militar “a fin de honrar a todos sus miembros por la participación que en el movimiento revolucionario de aquella fecha tuvieron”.
El gobierno consideraba que el 20 de octubre era la fecha nacional para exaltar el movimiento democrático guatemalteco cuyos orígenes y fundamentos tuvieron su base en 1944 y que el “ejército nacional de la revolución” tuvo parte determinante para romper con las cadenas autocráticas.
Esto permitiría recordar la acción revolucionaria en que pueblo y ejército plenamente identificados dieron a Guatemala un nuevo sistema político acorde con las aspiraciones de sus habitantes.
Este cambio entraría en vigencia al año siguiente, es decir en 1954, sin embargo por la intervención del gobierno Estadounidense y la entrada del ejército de liberación liderado por Castillo Armas quien derrocó al coronel Árbenz, el acuerdo quedó sin vigencia.
Durante el régimen de la contrarrevolución se siguió celebrando el Día del Ejército los días 22 de diciembre, según indican las referencias periodísticas. Se realizaba un desfile desde la plaza mayor en dirección al Campo de Marte.
Ya en el gobierno del general Miguel Ydígoras Fuentes se tienen noticias de la celebración del Día del Ejército Nacional se realizaba el 30 de junio, unido a la conmemoración de la Revolución Liberal de 1871 liderada por Justo Rufino Barrios, fundador del Ejército guatemalteco.
En 1959 la celebración del día del Ejército fue denominada “Día del Soldado” y los actos se realizaron en el Estadio Nacional Mateo Flores.
Década de 1960
En los años sesenta el mensaje de los mandos superiores del Ejército a los miembros de esta institución era el discurso anticomunista. Cabe recordar que durante esta década comienzan a sucederse en la presidencia, elementos militares, además en este periodo ante el cerramiento de espacios políticos por parte del régimen para grupos opositores o de diferente ideología surgen las guerrillas y el conflicto armado interno.
En junio de 1968, la excepción fue el mensaje del ministro de la Defensa, coronel Rolando Chinchilla, durante la presidencia del licenciado Julio César Méndez Montenegro, único presidente civil en esta década quién hacía una exhortación al ejército y a todos los sectores a agotar los procedimientos de discusión política para lograr la pacificación del país.
Otros aspectos relevantes en la celebración castrense era la presencia de los ministros de la defensa de los países centroamericanos en varias ocasiones.
Década de 1970
Los regímenes militares se sucedían en el poder y el discurso en el día del ejército era el de salvaguardar la soberanía nacional y liberarla de toda intervención extranjera. Ya se consideraba tradicional el trayecto del desfile partiendo desde la Plaza Mayor, continuando por la sexta avenida hacia el sur, luego la 7a. avenida, Calle Mariscal Cruz, zona 4, finalizando en el Campo de Marte. En ese punto se encuentra la Tribuna Militar la cual fue construida por el general Jorge Ubico y la cual hoy permanece aún en su sitio.
En dicha Tribuna el presidente presidía el paso de las diferentes divisiones castrenses.
A mediados de la década se informaba que se realizaría una exposición con las joyas de los generales Justo Rufino Barrios y Rafael Carrera, joyas que se encuentran depositadas en el Banco de Guatemala, además del descubrimiento de un relicario que contenía en su interior un fragmento del corazón del general Barrios. El hallazgo fue considerado significativo por su coincidencia con el aniversario de la revolución de 1871.
Década de 1980
En este periodo poco variaron los desfiles, pero varios hechos marcaron la historia ya que se recrudeció el conflicto armado interno, se produjeron dos golpes de estado y dos intentonas que hicieron tambalear el sistema democrático que comenzó en 1985 al realizarse las primeras elecciones las cuales fueron ganadas por un civil en casi treinta años de regímenes militares.
Cobraba notoriedad en este espacio de tiempo la presencia de las patrullas de autodefensa civil y miembros de cofradías indígenas quienes desfilaban con su traje típico, además de la presencia de mujeres, miembros del cuerpo de enfermería, oficiales, reservistas y rasos.
En 1989 se produjeron dos intentos de golpe de Estado en contra del presidente Vinicio Cerezo Arévalo, en la celebración al Ejército en dicho año el ministro de la defensa de esa época, Héctor Alejandro Gramajo denunció que las intentonas de golpe de estado comprometían el prestigio del Ejército y que el poder militar debía utilizado en aras de los supremos intereses nacionales.
Tiempos de paz
En la década de 1990 los avances en lograr acuerdos entre la guerrilla y el gobierno eran notorios y la presencia militar continuaba durante la primera mitad de la década.
Tras el golpe de Estado de 1993 en el gobierno de transición presidido de Ramiro de León Carpio en los desfiles que presidió, anunció reformas al Ejército en primer lugar eliminando las figuras de comisionados militares y la supresión de las Patrullas de Autodefensa Civil.
Destacaba en el año 1997 el desfile militar contó con la presencia de miembros de la ex guerrilla aunque no hubo saludo ni intercambio de palabras, los miembros de la URNG presenciaron el desfile en un sitial de honor. El presidente Arzú indicaba en su discurso que la reconciliación seguía en proceso.
Con la firma de los acuerdos de paz, se establecía la modernización y profesionalización del Ejército además de elaborar una nueva doctrina militar que dicte los principios y valores que deben de guiar al Ejército.
El desfile se suspendió en el año 2001 durante el gobierno de Alfonso Portillo y los actos se limitaban a la Brigada Mariscal Zavala en la zona 17.
Durante el gobierno de Óscar Berger en 2005 se reanudó el desfile el cual recorrió algunas calles del centro histórico de la capital. Se reformó el color del uniforme de los soldados y se centró en presentar a la institución castrense empeñada en tareas de seguridad ciudadana, rescate humanitario y operaciones de paz.
Cada año familiares de víctimas del conflicto armado y activistas se oponen a la realización del desfile militar por las calles de la ciudad y el rechazo va en aumento, teniendo su punto álgido en 2007 cuando que se intentó boicotear el desfile el cual terminó en un enfrentamiento entre familiares de militares y activistas.
En los gobiernos de Álvaro Colom y Otto Pérez Molina la celebración militar regresó a la Brigada Mariscal Zavala.
El presidente Jimmy Morales anunció en 2016 que el desfile saldría de nuevo a las calles, una situación que se veía venir dado a que el mandatario fue electo por un partido fundado por veteranos militares.
La noticia causó revuelo y finalmente fue realizado un acto en la Fuerza Aérea Guatemalteca el día 3 de julio.
Para la conmemoración del año 2017 se anunció que la celebración se realizaría en Quetzaltenango y Zacapa con sendos desfiles militares.