Recalcó que era inminente la intervención armada de una fuerza multinacional encabezada por Estados Unidos.
Herbruger declaró que la situación en Haití estaba llegando a un punto de “inestabilidad”, pues todos los esfuerzos del entonces presidente norteamericano Bill Clinton para convencer a los militares haitianos que ocupaban ilegítimamente el poder, habían fracasado.
Los militares haitianos se negaban a entregar la Presidencia y en ese contexto se llegaba a la necesidad de una invasión del país caribeño, ya que al parecer era la última opción que quedaba para que la democracia representada por el gobierno de Aristide volviera a ser realidad, agregó el funcionario.
El Gobierno guatemalteco dijo en esa ocasión que compartía dicho criterio solo desde el punto de vista de restaurar la democracia, pues si otra fuera la situación, “creemos que también es importante respetar la libre determinación de los pueblos”, puntualizó.
“Participar en la fuerza multinacional que invadirá Haití, como lo hizo Belice y Panamá, es asunto de cada país, pero estimo que las naciones latinoamericanas están de acuerdo con esa medida, no así con participar con sus fuerzas militares”, dijo el vicepresidente.
Por otra parte, el dignatario consideró oportuno reiterar que Guatemala no podía recibir en su territorio a refugiados de ese país, pues internamente prevalecían problemas como la atención a los repatriados guatemaltecos.