Hemeroteca

Grupo subversivo incendia planta de Chevron

El viernes 1 de mayo de 1981 Prensa Libre dio a conocer sobre el voraz incendio que consumió los tanques de almacenamiento de la petrolera Chevron, ubicados en la Avenida Petapa, zona 12.

01/05/1981 Portada de Prensa Libre  sobre el  incendio en la planta de la compañía petrolera Chevron. (Foto: Hemeroteca PL)

01/05/1981 Portada de Prensa Libre sobre el incendio en la planta de la compañía petrolera Chevron. (Foto: Hemeroteca PL)

Un grupo subversivo que se autodenominaba FP-31 colocó varias cargas de explosivos en un tanque de almacenaje de gasolinas propiedad de Chevron. Este grupo había anunciado que con actos combativos iba a conmemorar el Día Internacional del Trabajo.

Al conocerse sobre el grave atentado terrorista en contra de dicha planta, todos los bomberos de la ciudad fueron llamados para que se presentaran de inmediato al lugar del siniestro, pues el fuego amenazaba con propagarse a los otros tanques que contenían combustible.

Los reporteros de Prensa Libre llegaron al lugar para recabar información de lo sucedido, donde entrevistaron a uno de los guardianes de la planta quien debido al nerviosismo dijo que habían escuchado una detonación en las proximidades del primer depósito incendiado, mientras otros guardias decían que habían escuchado también algunas detonaciones de arma de fuego.

El guardián, conocido únicamente como Juan, y quien cuidaba la garita que dividía la planta con el área de oficinas, indicó a los agentes de la Policía Nacional que estaba seguro de que el incendio había sido provocado y que posiblemente los autores del hecho rompieron la malla metálica y que ahí se habían metido para colocar dinamita.

“Efectivamente escuché las detonaciones”, dijo Juan a los investigadores, pero de inmediato cuando vi que el fuego inició, lo que me quedó fue llamar a los bomberos inmediatamente.

A una hora de haber iniciado el incendio por las explosiones, varios ejecutivos de la compañía se presentaron para evaluar los daños y hacer un cálculos de las pérdidas materiales, las cuales estimaron en un millón doscientos mil quetzales.

En la parte oriente de la planta fueron colocadas varias unidades contra incendios las cuales sofocaron las llamas en uno de los depósitos utilizando químico Foam, el cual era lo único que podía apagar el fuego, por lo inflamable de las gasolinas.

Este incendio hizo recordar lo sucedido en 1962 en una planta cercana, cuando otros depósitos fueran pasto de las llamas.

En esa ocasión, con ayuda de hombres que llegaron a presentarse como voluntarios, se retiraron los toneles que contenían derivado de petróleo.

Los apagafuegos cuidaron este aspecto, ya que habían tenido una experiencia similar en 1962 cuando la también compañía de carburantes ESSO había sido pasto de las llamas. Entonces, para apagar los depósitos se llevaron alrededor de dos días.

Al iniciarse el fuego en Chevron, varios helicópteros de la Fuerza Aérea que portaban potentes reflectores fueron destacados para buscar a los posibles saboteadores. Mientras, la Avenida Petapa, zona 12, se encontraba congestionada debido a que automovilistas se quedaron varados para ver el dantesco incendio.

En peligro

“Tememos que el fuego se propague a otros depósitos cercanos al que se está incendiando y por ello puedan estallar debido a lo fuerte del viento y se convierta en una de las tragedias más crueles que hayan provocado los subversivos”, manifestaron algunos personeros de la compañía Shell, vecina al lugar del siniestro.

Personeros de la compañía Shell expresaron que ellos habían otorgado todos sus tanques de agua y suministros de emergencia para ayudar a sofocar y controlar el fuego.

“Tememos que de no controlarse este siniestro, pueda extenderse a los otros tanques cercanos de la compañía Chevron y de allí el fuego pueda llegar a nuestros depósitos, lo cual provocaría una de las mayores tragedia en Guatemala”, advirtieron.

La organización clandestina FP-31 hizo circular en aquella ocasión volantes y comunicados de prensa por medio de bombas llamadas panfleteras que hicieron explotar en varios puntos de la ciudad que llevaría a cabo varias acciones combativas en conmemoración del Día Internacional del Trabajo. Aunque no concretó cuál sería la naturaleza real de sus ataque terroristas, se suponía que entre ellos estaban el ataque a la compañía Chevron y la venta de automóviles Fischer

Hecho similar

Una bomba incendiaria fue lanzada ese mismo día como a eso de las 23 horas en la sala de venta de vehículos Fischer y Cía. Sociedad Anónima, ubicada en la vía 3 y 7a avenida de la zona 4. El artefacto destruyó varios automóviles nuevos que se encontraban para la venta y dañó parte del edificio. La mismo organización clandestina FP-31 también tomó por asalto la Radio Internacional al rededor de la 20 horas; una voz anónima llamó por teléfono a Prensa Libre para responsabilizarse por los atentados con bombas las cuales detonaron en distintos lugares de la ciudad.

3 de mayo de 1981

Los personeros de la compañía Chevron continuaban evaluando los daños por el hecho vandálico perpetrado por desconocidos que hicieron explotar barios tanques con cargas explosivas. Los bomberos Voluntarios y Municipales informaran que ya se corría peligro en los depósitos de combustibles que ardieron por varias horas, y que de milagro no llegaron a explotar los 400,000 galones de gasolina, pues la bomba habría abierto un boquete que hizo que liberara la presión evitando que estallara el depósito. Esto hubiera provocado una tragedia de incalculables consecuencias.

Si hubieran explotado los 200,000 galones de gasolina contenidos en uno de los depósito eso hubiera provocado a su vez que explotaran otros depósitos que almacenaban gas propano y otro con 200,000 galones de gasolina, en lo que hubiera sido la peor catástrofe en la historia de Guatemala.

Investigaciones

Durante las investigaciones se dijo que por lo menos seis desconocidos fueron los que cometieron el atentado dinamitero contra las instalaciones. Esto de acuerdo con la versión de uno de los guardias de seguridad. Según se indicó, el estallido de la bomba habría ocurrido a eso de las 20 horas, y que el artefacto terrorista habría sido colocado en el segundo peldaño de la escalera del tanque incendiado.

Se dedujo que los autores del bombazo tenían muy bien controlados los movimientos de los guardias de seguridad pues, a la hora del cambio de turno de los vigilantes, ingresaron después de romper una malla que rodea las oficinas y luego hicieron lo mismo con otra que separa la zona de depósitos de combustible. Los desconocidos esperaron que se efectuara la ronda previa, la que generalmente se realizaba entre las 19:30 y las 19:45 horas. Concluida la ronda, dos agentes que salían y los otros dos entraban se reunieron en la guardianía, ese preciso momento fue aprovechado por los terroristas para llegar hasta el tanque y colocar la carga explosiva.

La explosión

En la guardianía se encontraban los cuatro agentes cuando se produjo la fuerte explosión. La reacción de los agentes fue inmediata ya que pensaron que estaban siendo atacados.

Con sus armas en la mano salieron y cada uno tomó por rumbo distinto, esperando enfrentarse a posibles agresores. Un agente se dirigió al sector cercano a la línea férrea y vio a un desconocido que se alejaba corriendo, al que pudo dispararle varias veces sin que aparentemente lo haya herido.

Los guardianes observaron que la explosión había ocurrido en uno de los dos tanques de mayor capacidad de almacenamiento, de cuya parte inferior salía gasolina por un boquete, y en la parte superior, grandes llamas.

Los bomberos iniciaron su labor en uno de los tanques próximos al incendio, regándolo con agua para evitar que estallara.

El depósito donde se colocó la bomba no hizo explosión debido a que el bombazo provocó una fuga de gasolina, lo que hizo que se redujera la presión. La amplitud de la salida evitó que no volara por los aires, ya que el agujero era grande y por ese lugar salían grandes lenguas de fuego.

Para las 23.30 horas la situación ya había sido controlada, y a la una de la mañana del viernes, el incendio se había apagado.

Encuentran tolvas y balas

Durante un rastreo por el lugar donde se creía que habían penetrados los subversivos, más o menos como a cincuenta metros del depósito de gasolina Chevron, se localizaron dos tolvas de ametralladora con cargas completas.

Cuando los reporteros de Prensa Libre preguntaban sobre el volumen del combustible consumido por el incendio (dos cientos mil galones), unos niños alertaron de que habían visto las dos tolvas, las cuales estaban en un punto donde los hilos de alambre de púas, que circundaban dichos terrenos, habían sido cortados, al igual que la malla de alambre.

La duda era si las tolvas habían sido olvidadas por fuerzas de seguridad pública o si pertenecían a subversivos y posibles autores del atentado terrorista.

Los ejecutivos de Chevron estimaron en medio millón de quetzales los daños, pero esa cifra podía aumentar debido a que faltaba hacer inventario de lo perdido.

ESCRITO POR: