También se le conoce como la Presentación del Señor, la Fiesta de la Luz y la Fiesta de las Candelas. De este último se deriva el nombre de Candelaria, debido a que se emplean muchas velas, que simbolizan la luz y pureza del alma de la Virgen.
Los fieles llevan candelas para que sean bendecidas durante la misa, y las emplean durante sus oraciones en el transcurso del año, indica el historiador Miguel Álvarez, cronista de la Ciudad.
Devoción centenaria
Se desconoce cuándo comenzó el culto a la imagen de Nuestra Señora de Candelaria en Guatemala. Sin embargo, el historiador y folclorista Celso Lara sostiene que esa tradición se originó en el barrio del mismo nombre, y cuenta con una historia de fe de varios siglos. Las celebraciones van del 25 de enero al 2 de febrero.
En la capital la fiesta se concentra en la Parroquia de Nuestra Señora de Candelaria, templo que procedía de la antigua ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala y fue trasladada junto con la ciudad al Valle de la Ermita a finales del siglo XVIII. La imagen de la Patrona de esta iglesia sale en procesión una semana antes de la festividad y recorre diferentes barrios.
Una tradición oral muy arraigada entre los católicos guatemaltecos es la de mantener el nacimiento hasta el día 2 de febrero, día en el que pasa la Virgen a bendecir los hogares donde se cumplió con la elaboración del nacimiento.
Durante esas fechas, la cultura popular guatemalteca se manifiesta en los puestos de venta de comida típica, donde se puede degustar atoles, melcochas, torrejas, buñuelos, churros, chupetes y otros productos culinarios propios de las ferias cantonales.