Antes de pasar bajo el puente Mateo Flores, en honor al campeón mixqueño de la maratón de Boston, hay una pendiente que conduce hacia el centro de esta población. En el camino se pasa por el cementerio, cuya pared blanca encalada deja entrever mausoleos de buen tamaño pintados de colores llamativos, llenos de coronas y flores de plástico.
Ya arriba, en el centro de la población se aprecia el parque central, lugar de descanso y remanso para sus habitantes. Sus jardineras, su quiosco en el centro y la sombra que produce la imponente parroquia de Santo Domingo, lo hacen un lugar agradable, y además hermoso que conserva valiosas muestras de imaginería colonial.
El último domingo de enero los mixqueños celebran la fiesta de la Virgen del Rosario de Morenos, y toda la ciudad se viste de color, dulces típicos, música y juegos artificiales. Pero en el mes de agosto, Mixco también se viste de gala para celebrar a su patrón, Santo Domingo de Guzmán.
Durante la mayor parte del año la Cofradía lleva de casa en casa a través de las filiales las réplicas del santo dominico como preparación a la fiesta principal el 6 de agosto cuando sale la imagen del Patrón y recorre las principales calles la mayor parte del día.
Pese a estar dentro del perímetro urbano, esta población conserva aún un sabor a pueblo que, por momentos, nos hace pensar que nos encontramos en algún lugar del altiplano. Una característica especial de Mixco es el chocolate. En ocasiones, el aroma de esta bebida cuando está en proceso de preparación, se siente tanto en la cuesta como en el parque y visitar uno de los lugares donde este alimento de dioses es molido resulta una deliciosa experiencia.
Otro platillo muy propio de Mixco es el famoso caldo colorado que se degusta únicamente para fiestas principales como la Feria de Morenos y la Feria de Agosto.
Por su importancia histórica, económica y demográfica Mixco fue ascendida a la categoría de Ciudad el 1 de agosto de 2008.
