Cuando ella llegó a la habitación donde dormían los niños se encontraba saturada con éter, una sustancia química que es utilizada para las cirugías.
Los cuerpos de los menores tenían algodones empapados con ese químico en la nariz y tenían la vena yugular cortada con bisturí.
Lorenzana de Escalante, luego de cometer el múltiple asesinato, gritó pidiendo auxilio, seguidamente los vecinos acudieron en su ayuda y tremenda sorpresa se llevaron al ver el macabro hallazgo pues los cuerpos de los pequeños estaban acostados en la cama y en un charco de sangre.
¡Ay de mis hijos!
“¡Ay de mis hijos! ¿Qué será de mis hijos?”, gritaba la madre de los pequeños, según afirmaba su vecina Juana Ramírez.
“En un principio pensé que se trataba de la Llorona o de un espíritu maligno dada la hora y luego empecé a rezar una oración”, afirmó.
Carlos Urízar, esposo de Ramírez, dijo que al escuchar los gritos pensó que se trataba de un ladrón, por lo que se armó de tubo de hierro y se dirigió a la casa de la vecina, a quien encontró con un cuchillo en el abdomen y con una botella quebrada tratando de cortarse las venas de la muñeca.
“Quise auxiliarla pero al encender la luz vi la habitación con los niños bañados en sangre y sentí temor. Llamé a otros vecinos, quienes llamaron a los bomberos”, indicó Urízar.
Una carta
Sobre la mesa la Policía encontró una carta escrita en papel sellado de 10 centavos donde Escalante confesaba ser la autora de la muerte de sus hijos y además otros motivos que la obligaron a tomar tal determinación. Entre una de las causas estaba la falta de dinero.
Eliseo Escalante Robles, padre de los cuatro niños muertos, explicó que tenía aproximadamente cuatro años de estar separado de ella, pero que a menudo se reunían para tratar sobre el futuro de los niños.
Procesada
El 11 de agosto de 1976, Escalante es llevada ante el juez sexta de primera instancia de lo criminal donde estaba siendo procesada por parricidio.
Durante su declaraciones dijo: “Quiero que me fusilen por lo que hice y porque no deseo seguir viviendo”. Añadió: “No intenté privarme de la existencia para evadir la acción de la justicia sino para evadir mis propios problemas para así acabar de una vez con todo”.
Lorenzana Escalante aceptó en el tribunal su culpabilidad de haberle quitado la vida a sus pequeños hijos y haber intentado quitarse la vida debido a los problemas que la agobiaban.
También dijo que en la muerte de sus hijos había participado Marco Tulio Valenzuela García, quien también fue procesado.
Culpable
Clara Luz Lorenzana de Escalante fue declarada culpable del parricidio de sus cuatro hijos, pero quedó absuelta y con libertad vigilada indefinidamente en un hospital psiquiátrico.
También quedó absuelto de los cargos Marco Tulio Valenzuela, señalado de haber participado en la muerte de los menores.
El Ministerio Público presentó una apelación por no estar de acuerdo con el fallo del tribunal que conocía el caso.