Para sufragar los gastos de construcción de este puente se le asignó un impuesto de dos reales a cada botella de vino.
Ubicado en el kilómetro 66.5, en el municipio de Cuilapa, departamento de Santa Rosa se encuentra la obra más importante construida en la época Colonial, el puente Los Esclavos, producto de la cultura del siglo XV.
Construido por xincas y esclavos negros, con piedra canteada, mide 75 metros de longitud por dos metros de ancho y cuenta con 11 arcos que le sirven de sostén, en este lugar se localiza el imponente río del mismo nombre.
A pesar que han pasado más de cuatro siglos desde que se iniciara su construcción y posterior inauguración, el puente de mampostería español, se mantiene firme, no importando los fuertes vientos y las crecidas de río, las cuales han sido tan enormes que sus once arcos han sido insuficientes para poder dar salida al gran caudal de agua, por lo que ha tenido que pasar por encima del puente y a este no le ha hecho ningún daño, ha quedado intacto.
Los secretos de su resistencia es que antiguamente los puentes eran edificados de un solo cuerpo, mientras que en la actualidad se emplean separadamente vigas, apoyos y losa. Antes toda la estructura era levantada a base de piedras hasta formar un solo bloque.
Leyenda
Muchas son las leyendas que circulan sobre la creación del invencible puente Los Esclavos. En junio de 1958 una anciana, vecina de la comunidad, relataba como su bisabuela le contaba la leyenda de la construcción del famoso puente:
“El diablo había pactado con Dios para poder hacer ese puente, porque eran muchas las victimas que arrastraba ese río con sus grandes crecientes en la estación lluviosa. Entonces Dios le dijo al diablo que le daría mucho más poder con la condición de que hiciera allí un puente pero que debía hacerlo en una sola noche y entregarlo antes de que cantara el Gallo al amanecer. Trato hecho, dijo el diablo, y bajó del infierno a una numerosa legión de sus satélites, puso manos a la obra y trabajó frenéticamente para poder ganar la apuesta y conseguir así más poderío del que ya tenía. Todo marchaba viento en popa, pero cuando los legendarios de satanás daban los últimos toques al puente en referencia y ya se preparaban para poner “La piedra del diamante”, al despuntar la aurora ¡Canto el Gallo!, y entonces lucifer se puso tan furioso que quiso destruir lo que ya estaba hecho pero le fue imposible; en su furia, el diablo agarró a patadas el puente y allí quedaron incrustadas sus patas por muchos años, el diablo al verse perdido huyó despavorido y con sus secuaces fue a parar a lo más profundo del infierno” así me lo contaba mi bisabuela, finalizaba la venerable anciana.Sin embargo, la leyenda más famosa es que uno de los esclavos que participó en la construcción del puente invocó al diablo para terminar la obra, a cambio de entregarle su alma. Pero, el esclavo, arrepentido, le hizo trampa a satanás y le quitó una piedra a la estructura. Desde entonces, el agujero no ha podido ser arreglado. De esta historia hay más versiones, que conforman el rico legado oral de los lugareños, pero todas coinciden en que hay una piedra del puente que siempre se cae aunque se vuelva a colocar.
El puente de Los Esclavos Construido sobre el rumoroso río del mismo nombre, contempla hoy impávido y sereno, la moderna construcción del nuevo puente.