El triunvirato
El General Efraín Ríos Montt, en el momento del golpe, estaba de baja y fue llamado por el movimiento golpista para integrar el equipo gobernante. El general Horacio Maldonado Schaad había sido ascendido dos años atrás y en ese momento era comandante de la Guardia de Honor, al momento de integrarse la junta asumió como Ministro de Gobernación. El tercer integrante de la junta, coronel Fernando Gordillo, está a cargo de las comunicaciones y al producirse el movimiento desempeñaba el cargo de comandante del cuartel general Justo Rufino Barrios.
En la declaración a los medios la junta militar indicó que no querían más congresos de la república ni ministros de estado, su proyecto inicial era llegar lo más pronto a nuevas elecciones generales, cosa que no sucedió ya que días después Ríos Montt disolvió la junta militar y se autoproclamó Jefe de Estado.
Confusión en las calles
Al conocerse la noticia del golpe de estado las calles de la ciudad capital quedaron desiertas después del mediodía. Los padres de familia vivieron momentos de angustia, particularmente quienes tenían a sus niños en las escuelas. Los colegios quedaron vacíos antes de la hora acostumbrada. Empleados públicos y de las empresas privadas trataban de buscar autobús para trasladarse a sus casas, lo más pronto posible.
El movimiento de tropas, cómo es lógico, provocó la normal alarma entre el público. Todos estaban pendientes de que se produjera algún encuentro armado en el centro de la ciudad, pero el ejército controló con rapidez la situación.
Los comercios de la zona central y en sectores inmediatos a áreas militares fueron cerrados.