En la 6a. avenida y 14 calle, zona 1, frente al edificio de la Direccio?n General de la Polici?a Nacional, una tanqueta apuntaba hacia el parque Enrique Go?mez Carrillo y numerosos soldados con las camisas puestas al reve?s, patrullaban en las afueras y dentro del palacio polici?aco, pero las actividades administrativas se desarrollaban normalmente.
El coronel Herna?n Orestes Ponce Nistch, derector general de dicha institucio?n, permaneci?a en su puesto y a pesar de los rumores de que sería removido del cargo, nadie quiso informar al respecto indicando no saber nada sobre el particular.
Al norte de la ciudad, un helico?ptero sobrevolaba la casa presidencial, y la plazuela de San Sebastia?n, movimiento de tropas que obligo? a numerosos propietarios de establecimientos comerciales a cerrar sus negocios previniendo cualquier anormalidad.
En el “peladero”
En el parque centenario, debajo de la sombra que proporcionan las bugambilias de las pe?rgolas, lugar denominado por los guatemaltecos como “El peladero del parque central”, como siempre numerosas personas entre las que habi?a militares, maestros y de otras profesiones, jubilados, haci?an sus propios comentarios.
Estas personas, estimando que los limpiabotas lo saben todo, con el pretexto de enterarse a que? se debi?a el movimiento de tropa que se observaba, acudi?an a lustrarse el calzado. mientras haci?an interrogantes.
Algunos de los que frecuentan los llamados “peladeros del parque”, opinaban que au?n habi?a discrepancias entre el mismo eje?rcito, pues algunos militares no estaban de acuerdo con la designacio?n como jefe de gobierno, del general Oscar Humberto Meji?a Vi?ctores.
Pero adema?s de comentar ellos, daban a su juicio supuestas soluciones de co?mo podri?a estabilizarse la nacio?n volviera a la normalidad. Todos poni?an atencio?n, respetando la opinio?n de los dema?s. es decir, el famoso peladero pareci?a una reunio?n de ministros barajando soluciones a la problema?tica que vive el pai?s.
Uno de ellos dijo que, en el aspecto econo?mico, lo primero que deberi?a de hacer Meji?a Vi?ctores, es quitar el IVA.
Que suban los impuestos del timbre al cinco, y la revaluacio?n al doble.
Otro dijo: lo que debe hacer pero ya, es poner en vigor la constitucio?n de 1944. Continuar con la actual ce?dula de vecindad. Convocar a elecciones al congreso en el mes de septiembre, elecciones presidenciales para marzo y que se entregue el poder el primero de julio del año entrante.
Otro opino? asi?: el eje?rcito debe volver a sus cuarteles y velar porque se cumpla la constitucio?n. So?lo asi? volvera? la paz a Guatemala y los negocios resurgira?n. Un limpiabotas, tambie?n entro? a la conversacio?n diciendo: Bueno seri?a que todos los que esta?n consignados al tribunal de fuero especial tuvieran amnisti?a y que restituyan en sus puestos a todos los trabajadores que durante el gobierno de Ri?os Montt fueron despedidos.
La pla?tica era interesante, pero uno por uno se fueron a sus casas porque como ahi? todo se sabe, llegaron a indicar que en diferentes sectores de la capital habi?a movimiento de tropa e inclusive se escuchaba, segu?n dijo alguien, el tableteo de las metralletas.
No más “manita”
Otra nota en la edición de Prensa Libre del 10 de agosto de 1983 informaba que la campaña de Ríos Montt en contra de la corrupción quedaría en suspenso, según indicó el jefe de Estado Óscar Mejía Víctores.
Hizo ver que los carteles de “No robar, no mentir y no abusar”, continuarán en bodega. Sobre el dinero invertido dijo: “se perdió, ni modo”.
Por aparte, miembros del magisterio que afirmaban haber sido ofendidos con la imposición del gafete de “la manita” informaron que en sus respectivos establecimientos harían piras con el citado gafete. Muchos maestros desobedecieron la orden de llevar ese rotulito en la solapa.