¿La razón de su memorial?: el terremoto de 1976, que dejó sin vivienda a miles de personas, incluida una parte del área metropolitana.
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Los exponentes dijeron en el documento que cerca de dos mil familias asentadas en sitios aledaños a la colonia, vivían en condiciones infrahumanas, afrontando las inclemencias del tiempo en vista de que las covachas que poseían no satisfacían las necesidades indispensables para subsistir.
Miseria
—En consecuencia —señalaron— los más afectados dado a la circunstancias miserables en que vivían son los infantes quienes de “un milagro de Dios” todavía pueden respirar aunque sea afrontando enfermedades.
—Por esta razón —agregaron- solicitan su intervención para que el Comité de Reconstrucción Nacional abogue por ellos y les vendan los terrenos en los cuales están asentados, a precios razonables con dos años de gracia, para que logren construir una vivienda adecuada.
Migración masiva
El terremoto del 4 de febrero de 1976 causó una migración masiva a la periferia de la capital. Muestra de ello es que surgieron decenas de asentamientos, muchos de los cuales fueron temporales, porque se convirtieron en colonias, pero otro buen número permaneció en iguales circunstancias.
La zona 7 capitalina, que posee la mayoría de barrancos y terreno accidentado de la meseta central del valle, ha sido terreno propicio para que se asienten miles de personas que buscan un techo mínimo.
Riesgo latente
A 40 años del terremoto de 1976, miles de familias pobres que habitan en los casi 600 asentamientos humanos informales que tiene Ciudad de Guatemala son las más afectadas cada año en la época lluviosa del país.
Según estudios de la Organización de las Naciones Unidas, Guatemala es una de las naciones más vulnerables al Cambio Climático del mundo.
Cada principio de invierno, más de 60 mil personas son afectadas por inundaciones y deslaves.
El problema no es nuevo, debido a que históricamente, las personas sin recursos que provenían de Santiago de los Caballeros en 1776, eran asentadas en la periferia, mientras las más acomodadas ocuparon los solares o casas de abolengo del actual Centro Histórico.
Así, la mal llamada “metrópoli” se fue llenando de asentamientos humanos, ocupados, la mayoría, por personas producto de la migración del interior del país hacia la capital.
La periferia
Solo en el área metropolitana guatemalteca se tienen registrados 586 asentamientos irregulares, principalmente en las periferias del norte y del sur de la ciudad, donde habitan miles de familias en situación de pobreza y extrema pobreza.
En la zona 18, considerada como la más poblada de la capital, existen 260 de esos asentamientos. Muchos de ellos ni siquiera cuentan con los servicios básicos como de agua potable o sanidad.
Y los cinturones de miseria continúan, empujados por la migración y las falsas expectativas de que la capital ofrecerá a miles de personas una situación dfierente de la que viven en la provincia.