A 24 años de haberse iniciado, “por azar”, como estudioso del lenguaje glífico maya, Fahsen es toda una autoridad mundial sobre el tema. La epigrafía, según definen los expertos, es una ciencia afín a la arqueología, cuyo propósito es descifrar inscripciones.
Dominar el método
El grupo maya que habitó en buena parte de lo que ahora es México, Guatemala, Belice y Honduras hablaba cho'l o cho'lano. En cambio, los de la península de Yucatán, México, se comunicaban en yucateco.
Según Fahsen, no es difícil aprender a leer glifos grabados en templos, monolitos o estelas. Sin embargo, antes de ello, es requisito dominar las 84 sílabas básicas que utilizaban los escribanos de los antiguos gobernantes.
El cho'l se lee de izquierda a derecha. Casi todas sus inscripciones comienzan con una fecha y luego hay información relacionada con ese dato. Posteriormente, la fórmula es como en otros idiomas: sujeto, verbo y predicado.
Los significados
El lenguaje glífico estaba reservado para la elite gobernante o relacionada con ésta. Mientras, la gran mayoría de la gente era analfabeta.
Para quienes no sabían leer, estaban reservados los mensajes tallados en estelas. “Ahí podían ver a su gobernante, quien, por lo general, tiene armas en las manos y bajo sus pies un prisionero”, anota Fahsen. El experto refiere haber leído muchas frases de exquisito significado. Entre ellas “u hun tan”: `mi querida hija”.
Para mencionar la muerte de alguien dejaron la inscripción “u sak nik nal”, que puede traducirse como “su blanco espíritu voló”.
De sacerdotes a expertos
Los mayas guatemaltecos dejaron registro en glifos hasta alrededor del año 900 dC., más de seis siglos antes de que llegaran los españoles.
Los sacerdotes que acompañaron a los conquistadores ayudaron al sometimiento de la población que encontraron en las nuevas tierras. Para comunicarse con ésta, comenzaron a elaborar diccionarios.
En la actualidad, ese trabajo está reservado para los expertos, quienes lo aprenden casi por iniciativa propia.
Fahsen está convencido de que es necesario preparar nuevas generaciones de epigrafistas.
“Ellos, sin duda, serán los encargados de descifrar el 10 por ciento de lo escrito por los mayas y cuyo significado aún es secreto”, dice Fahsen.
Perfil del experto
Federico Fahsen Ortega nació en la capital de Guatemala el 17 de noviembre de 1936. Es licenciado en arquitectura por la Universidad del Sur, de California, Los Angeles, EEUU. Además, es master en Planeamiento Urbano y Regional por la Universidad de California, Barkeley.
Desde 1980, es miembro del Consejo Fiduciario de la Fundación de la Universidad del Valle de Guatemala.
Ha publicado una serie de textos en español e inglés, relacionados con los mayas. Entre otros, “Notas sobre la secuencia dinástica de Machaquilá”, “Los personajes de Tikal en el Clásico Temprano”, así como “Derivaciones históricas implícitas en la evolución de la escritura maya”.