No fiscalicen gorras, afiches, rótulos ni pintura
Cómo pasa el tiempo, así como pasan y quedan en el olvido las palabras de los políticos de todos los partidos.
El 20 de abril de 1999, Anabella de León, en aquellos años militante activa del Partido de Avanzada Nacional (PAN) se inclinaba por la fiscalización de los fondos de los partidos políticos, aunque hizo la salvedad de que muchas “minucias”, como gorras, lapiceros o cualquier otro objeto promocional de los partidos, no valía la pena auditarlo. Ello, porque muchos de esos artículos, según ella, eran “aportes de las bases de los partidos”.
Portillo: “Soy el ungido, el elegido de Dios”
Tribuna, 20 de abril de 1999. Los comicios también tuvieron su lado “de fe”, es decir, también incluyeron consignas en el nombre de Dios.
En las elecciones últimas, Alfonso Portillo desechó su pasado marxista para integrarse a un partido de derecha, el Frente Republicano Guatemalteco (FRG), cuyo principal líder de entonces se preciaba de ser “un buen pastor de ovejas”.
Ese pastor era nada menos que el patriarca del FRG, Efraín Ríos Montt, cuya habilidad para mezclar fe y política había sido hasta entonces una de sus cualidades más explotadas.
Basta viajar a 1983, para comprobarlo.
Esa habilidad para convencer arrastró también a Portillo, quien hasta entonces se había autoconsiderado y jactado de ser materialista.
En ese año, dijo Portillo, dejó de ser ateo. Para sorpresa de quienes alguna vez le escucharon hablar como un agnóstico, el semanario evangélico “La Palabra, voz del Nuevo Milenio”, publicó el 28 de marzo de 1999 en la página 6, que las biblias que le habían regalado a Portillo “milagrosamente” habían surtido el efecto deseado.
Ahora, él tenía “motivos suficientes para creer en Dios y sus milagros maravillosos”.
Como un dato colorido, Portillo dijo entonces que había recibido una profecía de que sería presidente. Para demostrar que había leído La Biblia, Portillo incluso mencionó el pasaje bíblico según el cual, había recibido la iluminación y había visto el camino hacia la primera magistratura.
“En el mar la vida es más sabrosa”
Durante las elecciones generales del 2003, diputados de distintas bloques que buscaban continuar en el Congreso visitaron los departamento que representaban para ofrecer o hacer obras a su convenencia.
Este fue el caso del legislador Arístides Crespo Villegas, quien lleva varios periodos en el Legislativo, postulado por diferentes partidos políticos.
Crespo, diputado por el Frente Republicano Guatemalteco (FRG) tarareaba entonces con gran emoción y tranquilidad la pegajosa melodía “En el mar la vida es mas sabrosa”.
Por eso reflejaba radiante felicidad, y esto se debía a que “gracias a su apoyo” los pescadores del Zanjón El Chilate, Puerto de Iztapa, Escuintla, lograron la construcción de una barra que “facilitó” el trabajo de los éstos.
En ese entonces, varios vecinos se quejaron de la construcción, la cual fue mal hecha, por lo que representó un peligro para los habitantes.
Esto poco preocupó a Crespo. Lo único que le importaba era que gracias a esta barra, salvó su chalé, el cual estaba a punto de ser absorbido por el mar.
¡Adiós billetera!
Durante la campaña proselitista del año 2003, Eduardo Suger, candidato presidencial en ese entonces del partido DIA, pasó un mal momento en uno de sus mítines.
El doctor Suger aseguraba que no era en las encuestas en donde se percibía el calor humano sino en los mítines, por eso a él le gustaba estar cerca de la gente. Tan cerca, como abrazarla y dejarse abrazar.
Sin embargo más de alguno de los asistentes no se acercó simplemente con las intenciones de darle un abrazo. En una de sus giras por el interior del país, se dice que las manos fueron más rápidas que la vista, debido a que un ladronzuelo robó la billetera del candidato, y se llevó un poco más de mil quetzales en efectivo y una tarjeta de crédito.
Este incidente se divulgó como jocoso pero también reveló el riesgo al que están expuestos los candidatos.
Uno de esos riesgos son los insultos, como los que profirió una vecina en el Altiplano contra Alfonso Portillo, en una gira reciente.
Chinautla y su eterno alcalde
Si alguna vez se ha preguntado por qué razón hay tantas viviendas en las laderas de los barrancos de Chinautla, quizá la respuesta la encuentre varios años atrás.
Resulta que en las elecciones de 1999 Arnoldo Medrano, quien fuera el eterno alcalde de Chinautla -hasta que fue acusado de malversación de fondos, entre otras cosas- dijo en una ocasión cuando se encontraba en plena propaganda política, “¡A quien esté conmigo yo le voy a dar su casa!”, a lo que una señora de la multitud respondió “¡Si hacés lo que decís, aunque agarrés un tu poquito!”.
En las elecciones de 2015 ya no será su rostro el que figure en la campaña por la Alcaldía de Chinautla sino el de su sobrina, Elizabeth del Cid Medrano.
Cosas de la política…
Anabella de León opina sobre prostitución, corrupción y sexualidad. (Video: Youtube)