La viuda de Carpio también informó a la Comisión interamericana acerca de las diversas amenazas de muerte que ella y su familia han recibido, con la intención de amedrentarla para que no exija la investigación del asesinato de su esposo, el líder político de la Unión del Centro Nacional (UCN).
Entre las pruebas científicas aportadas a la Comisión fueron adjuntados los despachos internacionales en los que el ex G-2, Julio Crecencio Sam Batres, denuncia que elementos del Ejército fueron los responsables de la muerte de Carpio, versión que fue rechazada en su oportunidad por el ministro de la Defensa, general Mario Enríquez.
La policía capturó a la banda Los Churubeles como presunta responsable, pero la familia Carpio Arrivillaga tenía dudas de que sus integrantes fueran los verdaderos asesinos del prominente líder político.
La señora Arrivillaga expresó que la muerte de su esposo fue un móvil político, extremo que no ha sido verificado por las autoridades.