Las 500 manzanas del parque albergan a 2,500 ejemplares de 140 especies de mamíferos, aves y reptiles, entre los cuales sin duda ocupan lugar preferente en el público las jirafas, avestruces, rinocerontes, cebras, canguros y numerosos antílopes.
Además hay leones, hipopótamos, llamas, chimpancés y más de 1,600 aves de 60 especies, así como 70 ejemplares de 20 especies de reptiles, algunos de ellos desconocidos para los guatemaltecos.
El parque fue iniciado en abril de 1974, y desde entonces han sido sembradas 3.5 millones de plantas ornamentales y se han debido remover miles de metros cúbicos de tierra, para preparar ambientes similares a los de los animales en sus lugares de origen.
En la reserva se construyó una laguna artificial, en cuyas cuatro islas habría diez especies de monos africanos, americanos y asiáticos.
Entonces, se dijo que aparentemente ya se “corrió la voz” entre la fauna guatemalteca de que en ese lugar hay casa y comida segura, y al momento unos 900 pijijes (aves propias de Latinoamérica) han ido a vivir a la laguna y ya conviven con los gansos, flamencos y demás aves acuáticos traídos de diversos países.
Esfuerzo conjunto
El parque es propiedad de Reserva Fauna Silvestre, y la construcción del mismo fue gracias a una junta directiva presidida por Ricardo Matta y que integran Francisco Salazar Oliva, tesorero; Henry Kirkland, secretario y Mario Peláez y Jorge Verluys.
Al ser entrevistado el señor Matta dijo que los animales necesitan de gran cuidado ya que están expuestos a infecciones. Por ello, fueron contratados expertos estadounidenses, entre ellos Julián y Becky Duyal, quienes son el administrador general y la curadora y nutricionista del parque, respectivamente.
Por su parte, el señor Duval informó que en el parque había tomado extremas medidas de seguridad. Los animales considerados más peligrosos están encerrados en recintos relativamente pequeños y con cercas electrizadas, para evitar que se acerquen o las salten.
Además, los leones, por ejemplo, no duermen sueltos bajo los árboles, sino cada anochecer son llevados a jaulas especiales para que se les puedan hacer los exámenes necesarios a fin de evitar que contraigan enfermedades.
Las personas que lleguen a las instalaciones en carros convertibles no podrían entrar en sus automóviles, sino deberán abordar alguno de los buses que tendrá el parque para esos casos o para quienes vayan sin automóvil.
Detalles especiales
Lo más curioso que sucedió durante un recorrido fue lo que realizó una de las dos jirafas. Sin duda, era la primera vez que observaba un autobús, por lo que, al ver que ese extraño animal de acero rectangular y sin patas se había detenido cerca de sus árboles preferidos de comida, dispuso acercarse cuidadosamente. Primero observó el techo y luego bajó su largo pescuezo hasta que pudo ver hacia adentro de la camioneta. Así se estuvo unos tres minutos pasados, y convencida de que ese animal tan extraño no le haría nada, se alejó.
Otro caso curioso ocurrido el 8 de febrero 1987 en Auto Safari Chapín fue el nacimiento de hipopótamos gemelos, caso único en la historia de reproducción de esta especie en cautiverio.
Al conocer este caso las autoridades mundiales felicitaron a Guatemala, ya que el clima y las características del parque eran favorables.
El parque abre sus instalaciones durante todo el año, el costo de la entrada en el año 2004 era de Q39.00 por adulto y los menores pagaban Q32.00 este precio incluía almuerzo consistente en hamburguesa, papas, fritas, gaseosa y helado; además, contaba con un guía quien lo acompañaba durante el recorrido brindándole datos sobre las especies.
Nuevo huésped
En cautiverio se reprodujo una gran cantidad de loros de nuca amarilla; la particularidad de esta ave es que es amistosa, graciosa, agradable y sobre todo platicadora.
Esta especie es muy cotizada en Estados Unidos, Europa y Japón, por lo que las autoridades del parque son muy celosas en protegerla de los traficantes de aves.
Cuenta la historia, que los loros parlantes surgieron desde el siglo V, A. C., cuando un sabio griego describió una vistosa ave capaz de expresarse en el idioma hablado en la India.
Posteriormente, numerosas personas de diversos países, visitaron el lugar para llevarse por lo menos un loro. Asimismo, los antiguos romanos solían mantenerlos en sus hogares en jaulas adornadas, y los marineros ingleses del siglo XVIII acostumbraban llevarlos en su hombro.
Lo único que las autoridades del Auto Safari solicitan es respectar las instrucciones que se dan al ingresar, momento oportuno en que el visitante recibe una guía donde encuentra un mapa del safari y la descripción de cada especie observada en el lugar. De ahí en adelante, a disfrutar se ha dicho.
Video: Auto safari Chapín tomado de You Tube