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1982: religiosa belemita es secuestrada en Esquipulas

El 9 de enero de 1982 Prensa Libre informó del secuestro de la superiora de la orden belemita de Esquipulas, sor Victoria de La Roca, quien posteriormente apareció muerta. 

Portada de Prensa Libre del 9/1/1982 donde se informa del secuestro de sor Victoria de La Roca. (Foto: Hemeroteca PL)

Portada de Prensa Libre del 9/1/1982 donde se informa del secuestro de sor Victoria de La Roca. (Foto: Hemeroteca PL)

De la Roca “estaba comprometida con la guerrilla” dijo el entonces jefe del Estado Mayor del Ejército de Guatemala, general Benedicto Lucas García. La religiosa fue secuestrada el 6 de enero de ese año y torturada durante tres días.

Según se supo, ella desarrollaba labor catequística en Esquipulas y organizaba grupos de apoyo a comunidades desplazadas en estado de pobreza extrema. Sin embargo, su labor caritativa no era vista con buenos ojos.

“Disponemos de abundante información fidedigna que la monja mantenía comunicación con los comandantes de la subversión”, indicó entonces Lucas García.

“Sospechamos además que a ella iban destinadas 130 candelas de dinamita descubiertas por las fuerzas de seguridad en Esquipulas y que podrían haber estado destinadas para cometer actos terroristas en la población”.

Simulan tamales

Lucas García dijo que la dinamita fue encontrada entre canastos, simulando “tamales” frente al convento de las belemitas , e iba a ser utilizada para volar la municipalidad de Esquipulas.

Los altos jefes militares se congratularon al saber que habían aparecido vivos los sacerdotes Gerardo Shildermans, de origen belga, y el guatemalteco Roberto Paredes, quien dijo que habían “muchos curas que nos han hecho daño, aquí y en el exterior”.

De la Roca, quien sufría de cáncer en los huesos, fue secuestrada el 6 de enero de 1982 junto a otros dos sacerdotes luego del allanamiento del conveto de las hermanas belemitas de Esquipulas por un grupo de hombres armados . Aparentemente, buscaban armamento o propaganda vinculada con la guerrilla.

Luego del secuestro, el convento fue quemado y el resto de religiosas huyó entre los matorrales.

De la Roca apareció muerta a los tres días de su desaparición con señales de tortura.

Acusan a curas

El gobierno de entonces dijo que muchos curas o pseudocuras de nacionalidades belga, norteamericanos y canadienses se habían incorporado a la guerrilla y que, incluso, eran combatientes.

Al respecto, Lucas García dijo: “Cuando yo estuve de comandante en Petén encontré a varios curas con sus mochilitas al hombro en la montaña y caseríos. Entre ellos había una mujer que decia que era “hermana” la cual no parecía ser religiosa. Tanto ella como los hombres pertenecían a la orden Maryknoll y se hacían nombrar por seudónimos, nunca con sus nombres. A propósito tenemos el caso de Donald Mackenna conocido como “El padre Juan”.

Lucas dijo que había “recomendado” a los religiosos que abandonaran el país.

“Yo respeto la religión católica y soy católico y respeto mi religión, pero tampoco voy a estar de acuerdo que curas extranjeros o guatemaltecos este dañando a la población campesina”, dijo.

“Sé perfectamente que en Guatemala hay excelentes sacerdotes. Con muchos de ellos tengo amistad, pero también hay malísimos sacerdotes guatemaltecos y extranjeros que nos están haciendo grave daño, y por eso repito que hay que expulsarlos del país”, advirtió.

Aparecen sacerdotes

El Nuncio Apostólico Oriano Quilici dijo que mantenía la esperanza de que la religiosa Victoria de la Roca Aldana apareciara sana y salva y a la vez manifestó su alegría por el aparecimiento de los sacerdotes Gerardo Shildermans y Roberto Paredes, quienes habían sido secuestrados y fueron entregados en la Nunciatura Apostólica.

Referencia

Lucas García, hermano de Fernando Romeo Lucas García, presidente de Guatemala de 1978 a 1982, ocupó altos cargos militares durante el conflicto armado interno.

Fue capturado junto a otros 17 militares el 6 de enero de 2015, por desapariciones forzadas en Alta Verapaz. Además, está señalado de presunta participación en masacres durante el conflicto armado interno.

Los hechos se perpetraron durante la gestión de Fernando Romeo Lucas García y las gestiones de Efraín Ríos Montt y Óscar Mejía Víctores, entre 1981 y 1986.

Mnifestantes piden justicia por crímenes de guerra. (Video: Tomado de Youtube)

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