El apreciado autor, quizás más reconocido por sus libros “El Shock del Futuro” y “La Tercera Ola”, murió el 27 de junio a los 87 años en su casa en Los Ángeles.
BBC NEWS MUNDO
La profecías cumplidas del futurólogo Alvin Toffler (y aquellas que no)
El futurólogo Alvin Toffler cautivó a millones de personas en todo el mundo con sus profundos pronósticos sobre muchas cosas, desde la creación de internet hasta una nueva ola de consumo de drogas y crímenes.
El Shock del Futuro, que vendió millones de copias, fue traducido a decenas de idiomas y continúa a la venta, planteaba un rápido progreso social y tecnológico que arrastraría a la sociedad hacia una nueva e implacable era de cambio.
La obra de Toffler captó la atención de figuras internacionales de la época, incluido el líder soviético Mikhail Gorbachov, el primer ministro chino Zhao Ziyang y el empresario mexicano Carlos Slim, todos los cuales buscaron asesoría del gurú del futuro.
Aunque Toffler, que popularizó el término “sobrecarga informativa”, tuvo conjeturas sumamente proféticas, otras no fueron tan acertadas.
EN LO QUE ACERTÓ
La creación de internet y de la TV por cable
El autor predijo correctamente que una economía basada en el conocimiento eclipsaría la era postindustrial y cambiaría el enfoque de la manufactura y la mano de obra hacia la información y los datos.
“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquéllos que no puedan leer o escribir, sino aquéllos que no puedan aprender, olvidar el aprendizaje y volver a aprender”, escribió en una de sus observaciones.
Toffler también predijo la propagación de los medios interactivos, los sitios de chateo en internet y los dispositivos que te recuerdan “tus propias citas”.
“La tecnología avanzada y los sistemas de información harán posible que mucho del trabajo de la sociedad pueda realizarse en casa por medio de telecomunicaciones por conexiones de computadora“, escribió.
Ingeniería genética y clonación
Con sus predicciones centradas en la condición humana más que en los avances científicos, Toffler pronosticó un futuro en el que una mujer sería capaz de “comprar un diminuto embrión, llevarlo a su médico, tenerlo implantado en su útero… y después dar a luz como si hubiera sido concebido en su propio cuerpo”.
Su pronóstico de que los humanos podrían engendrar bebés con “vista y oído superiores a lo normal” y otras capacidades ahora es visto como excéntrico, pero sí logró predecir el avance de la clonación.
“Una de las posibilidades más fantásticas es que el hombre sea capaz de crear copias biológicas exactas de sí mismo“, escribió.
La disolución de la familia nuclear
Toffler predijo que un síntoma de los rápidos cambios sociales sería la disolución de la unidad familiar.
El autor notó que éstos conducirían a un incremento en las tasas de divorcio y a que la sociedad comenzara a acoger a la comunidad LGBT.
Escribió: “… también veremos muchas más unidades “familiares” que consisten de un solo adulto soltero y uno o más hijos. No todos estos adultos serán mujeres… A medida que la homosexualidad se vuelve más aceptable socialmente, incluso comenzaremos a encontrar familias basadas en el matrimonio homosexual”.
También reconoció un cambio de la sociedad para retrasar la decisión de tener hijos.
“¿Por qué no esperar y comprar tus embriones más tarde, después de que tu carrera profesional terminó?”.
“Por lo tanto es probable que se extienda entre las parejas jóvenes y de mediana edad la tendencia de no tener hijos y que sea más común que los sexagenarios críen infantes”.
Consumismo
En la era de Amazon y de la proliferación de las ventas en internet y economías compartidas, las observaciones de Toffler sobre el consumismo como tendencia global parecen acertadas.
“La gente del futuro podría sufrir no por la ausencia de opciones sino por un paralizante exceso de éstas. Podrían volverse víctimas de ese dilema particular de lo superindustrial: el exceso de elecciones“.
Al acunar el término “prosumidor” (la fusión de productor y consumidor), Toffler predijo el surgimiento de un nuevo papel -de producir y consumir-, la tendencia de “hacerlas cosas tú mismo” en cada aspecto de tu vida.
EN LO QUE SE EQUIVOCÓ
La disolución de las ciudades
Toffler predijo que las ciudades perderían importancia con “el cambio del trabajo desde la oficina y la fábrica hacia el hogar”.
Sin embargo, más gente vive ahora en las ciudades que nunca antes. Para 2050, se espera que cerca de 66% de la población mundial viva en áreas urbanas, según cálculos de la ONU.
Colonias en el espacio y ciudades submarinas
El autor creía que “un nuevo espíritu de conquista” llevaría a la creación de “ciudades artificiales debajo de las olas”, y a colonias espaciales.
La continuación de la prosperidad de los 1960
En El Shock del Futuro Toffler también planteó el incremento de la prosperidad como una nueva norma más que como una tendencia, pero después se corrigió en una entrevista con la revista Wired en 1993.
“Cometimos el error de creerle a los economistas de la época“, le dijo a Wired.
“Entonces decían, como bien recordarás, que teníamos solucionado el problema del crecimiento económico. Que todo lo que necesitábamos era afinar el sistema. Y nos lo creímos”.
Aislamiento social
Algunos críticos sostienen que Toffler no logró ver la capacidad humana para adaptarse a la marcha acelerada del cambio.
El escritor Shel Israel descartó la idea de Toffler de que una ola de información y datos provocaría aislamiento social.
“No estamos aislados debido a eso. Y cuando la información nos agobia la mayoría de la gente sigue siendo suficientemente sabia para utilizar el poder del botón de 'apagado' para obtener cierta paz“, escribió Israel.
Pero el estratega global Parag Khanna afirma que Toffler simplemente consideró que en lo que se refería a enfrentar el cambio siempre habría ganadores y perdedores.
Aunque el legado de Toffler podría estar basado en muchas de las predicciones que hizo en su trabajo, Khanna asegura que en realidad el autor se burló de la obsesión con los pronósticos y las predicciones.
De hecho, en El Shock del Futuro dice explícitamente que él no estaba haciendo predicciones.
“Ningún futurólogo serio trabaja en la predicción”, escribió. “Ese es el terreno de los oráculos de la televisión y los astrólogos de los periódicos”.
Tal como afirma Parag Khanna, aunque Toffler quizás festejaría el análisis predictivo avanzado de hoy en día, “el autor creía que lo más importante era entender los lineamientos generales de hacia dónde nos dirigimos”.