Además, los cantos de trabajo de Los Llanos de Colombia y Venezuela fueron inscritos en la lista del patrimonio cultural inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
BBC NEWS MUNDO
¿Cuáles son las tradiciones de Bolivia, Colombia, Cuba, Panamá, Perú y Venezuela que ingresaron en la lista de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de Unesco?
La Alasita de La Paz en Bolivia, el punto cubano, el sombrero pintao de Panamá y el Sistema Tradicional de Jueces de Agua de Corongo de Perú ingresaron este jueves a la lista de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de Unesco.
En Corongo, al norte de Perú, rige un sistema de origen preincaico que se basa en la solidaridad, la equidad y el respeto de la naturaleza. (Foto: Ministerio de Cultura de Perú / Unesco)
La decisión fue tomada en la reunión del comité intergubernamental de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, realizada en Jeju, Corea del Sur.
En total, la prestigiosa lista incluyó nueve tradiciones culturales de alrededor del mundo (como la pizza napolitana), más otras seis que requieren de medidas urgentes.
En BBC Mundo te contamos cuáles son las latinoamericanas y por qué son ahora patrimonio humano.
Bolivia
Cada 24 de enero y días subsiguientes se realiza en La Paz la Feria de la Alasita, donde se generan recorridos rituales de grandes y chicos en busca de figuritas de la buena suerte que compran e intercambian.
Estas figuritas están vinculadas al culto de Ekeko, deidad aimara de la abundancia y protectora de la ciudad, y son consagradas por ritualistas andinos o bendecidas por sacerdotes católicos.
“Los participantes en la feria también intercambian figuritas para satisfacer simbólicamente sus deudas”, dice Unesco sobre esta tradición de origen paceña que abarca a todas las clases sociales.
Colombia y Venezuela
En Los Llanos, una región compartida por Colombia y Venezuela en la cuenca del río Orinoco, existe la tradición de realizar cantos de trabajo, melodías a capela sobre temas relacionados con el arreo y ordeño del ganado.
De hecho, durante generaciones, estos cantos estuvieron estrechamente vinculados con el pastoreo de bovinos y los caballos.
Sin embargo, una serie de ambiciosos proyectos de ordenación territorial han producido cambios socioeconómicos y políticos entre las poblaciones llaneras, que influyeron en la pérdida de interés por estos cánticos.
Unesco explica que “la inscripción de elementos en la lista de salvaguardia urgente ayuda a (…) movilizar cooperación y asistencia internacional para garantizar que las comunidades continúen transmitiendo y practicando su patrimonio cultural inmaterial”.
Cuba
“El punto es una expresión poética y musical de los guajiros cubanos consistente en una tonada o melodía acompañada por la voz de una persona que canta composiciones poéticas en décimas, improvisadas o aprendidas”, dice Unesco.
Tal es el éxito de este género musical que se extendió de su tradicional ámbito rural a las zonas urbanas, se enseña en casas de cultura, es tema de análisis en seminarios y hasta tiene intérpretes profesionales.
Ya sea en su variante libre o fija, el punto “es un elemento esencial del patrimonio cultural inmaterial de Cuba”.
Panamá
Cada sombrero pintao esconde una práctica propia del folclore panameño, pero también, una industria artesanal que genera una importante fuente de ingresos en las comunidades donde trabajan los más de 400 sombrereros.
Los artesanos “cultivan las plantas, trabajan las materias primas, trenzan las fibras y confeccionan con ellas este tipo de sombrero que forma parte de la indumentaria de todas las regiones del país en los bailes folclóricos y las fiestas comunitarias“, dicen.
Este accesorio (que es distinto al sombrero Panamá) está tan arraigado a la cultura nacional que, por ejemplo, el 19 de octubre se celebra el Día C��vico y de Conmemoración del Sombrero Pintao.
Perú
En Corongo, una ciudad en el norte de Perú, existe el llamado Sistema Tradicional de Jueces de Agua, una estructura organizativa creada por los locales para gestionar el abastecimiento de agua, la gestión de la tierra y la memoria histórica.
“Los orígenes de este sistema se remontan al periodo preincaico”, informa Unesco. “Su máxima autoridad es el juez de agua, que se encarga de la gestión de los recursos hídricos y de la organización de las fiestas más importantes de la ciudad”, agrega.
El sistema se basa en tres principios fundamentales: la solidaridad, la equidad y el respeto de la naturaleza.
San Pedro, patrón de la ciudad, también es importante en el Sistema Tradicional de Jueces de Agua de Corongo, algo que puede verse en las celebraciones religiosas.