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<em>Barbudo</em> combatiente de Cuba se refugia en embajada en 1959

Fue noticia dentro de las páginas de Prensa Libre del 16 de abril de 1959 la búsqueda de asilo de un combatiente guerrillero en la embajada de Cuba en Guatemala.

Titular de Prensa Libre del 16 de abril de 1959. (Foto: Hemeroteca PL)

Titular de Prensa Libre del 16 de abril de 1959. (Foto: Hemeroteca PL)

El guerrillero fue identificado como Mario Augusto Carranza Rivera quien luciendo las barbas típicas de los elementos de la insurgencia cubana, aseguraba que había formado parte del movimiento 26 de julio de Fidel Castro.

Carranza había recibido amenazado por el director de la Policía Nacional, coronel Marciano Casado Armentia para que abandonara el país en un término de 24 horas.  Ante la situación solicitó asilo en la embajada de Cuba, la cual aceptó la solicitud de resguardo a fin de proteger su integridad.

No grato

El combatiente manifestó que fue el único guatemalteco que subió a la Sierra Maestra a pelear al lado de Fidel Castro. Carranza indicó que fue citado al despacho del director de la policía nacional, para que hiciera acto de presencia en el término de la distancia; ya frente al coronel Casado, quien en un inicio le negó el saludo cuando le tendió la mano, le indicó que lo había llamado para hacerle saber en nombre del presidente Miguel Ydígoras Fuentes, que debía salir del país dentro de las 24 horas siguientes por ser considerado no grato.

Carranza le cuestionó la razón de la supuesta orden presidencial y el coronel Casado se retractó, indicando que no había sido el presidente el que dió la orden, si no que fue él mismo. 

El funcionario le indicó a Carranza que hablara con “acento chapín” ya que su acento era cubano. “No tengo la culpa de hablar así después de nueve años de estar conviviendo con el pueblo de Cuba”, respondió. 

“Yo no creo haber cometido delito ni falta con haber venido a visitar a mi famlia después de muchos años de no verlos. Pido que el gobierno o las autoridades policiacas me concreten cargos y me digan qué mal he hecho, que si he cometido algún error estoy dispuesto a enmendarlo inmediatamente” declaró Carranza Rivera. 

Además, como guatemalteco, que entré con documentos y no tengo motivos para dejar de hablar por lo que tengo cariño entrañable, como es la revolución cubana en la que vi actuar sinceramente y en forma valiente a hombres y mujeres que por amor a su patria perdieron hasta sus hijos, agregó.

Carranza negó que viniera a realizar propaganda comunista en nombre de Fidel Castro, ni solicitó audiencia a Ydígoras en nombre del líder cubano. “Cuando Ydígoras me recibió en su despacho, me preguntó sobre muchas cosas de Cuba y al final de la entrevista, me dijo: Ya sabe que estoy aquí para servirlo en todo lo que se le ofrezca durante su estancia en el país”, afirmó. 

Según la declaración del combatiente indicó que el presidente Ydígoras le habló sobre la necesidad de fortalecer las relaciones culturales, sociales y económicas con el pueblo cubano, así como intercambios estudiantiles, en materia técnica azucarera. 

El coronel Casado le cuestionó que por qué no se había quitado esa indumentaria y ese pelo, Carranza le contestó: “No es deshonroso llevarlos y que han venido al país “peludos” luchadores sin que se les hubiera prevenido por ello”. 

“No soy líder ni represento una gran figura en Cuba, pero me siento orgulloso de haber estado al lado de hombres valientes que sí son eso que mi me falta, pues siempre fui y sigo siendo y un hombre muy sencillo y apegado a mis costumbres guatemaltecos, pues soy originario de Mazatenango”, finalizó Carranza.

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