“Una señora la abrió, y en eso algo explotó, y empezó a incendiarse el bus”, relató un menor de edad que se encontraba en a sala de urgencias del Hospital Roosevelt. En el automotor se transportaban entre 40 y 50 pasajeros, que saltaron por las ventanas para salvarse. Unas 18 personas resultaron con quemaduras severas y fueron trasladadas a los hospitales Roosevelt, IGSS de la zona 4 de Mixco y San Juan de Dios.
En el lugar fallecieron calicinadas cuatro personas identificadas como Alicia Zacarías Pérez, de 35 años, y sus hijos Nury Paola y Gerson Daniel Cac Zacarías, de 3 y 11 respectivamente y una persona de sexo femenino que no fue identificada. Posteriormente fallecieron en el hospital Roosevelt Ambrocio Vásquez Xiquín, de 63 años; Gladys Ordoñez Cardona, 34; Rigoberto Emilio García Orozco, 69, y Dora Araceli Rodas Franco, 57.
Extorsión
Días antes los transportistas habían sido amenazados por un grupo de pandilleros quienes les exigían altas cantidades de dinero a cambio de no atentar contra las unidades de transporte de Ciudad Quetzal.
El Ministerio Público atribuyó el hecho a la banda Little Psycho Criminal y 24 horas después la Policía capturó a Sonia Elizabeth Véliz Hernández o Doménica Isabel Carrera Hernández, de 19 años, alias la Paquetona, como la presunta responsable de colocar la bomba dentro del autobús que se dirigía de El Trébol a Ciudad Quetzal, San Juan Sacatepéquez. Una foto robot permitió su detención y de acuerdo con la investigación, la mujer actuó con la complicidad de dos personas más.
Drama humano
En la telaraña del suceso se encontraron historias que lloraban sangre. Por ejemplo, el señor Jorge Efraín Cac Gutiérrez, trabajaba como taxista. En muchas ocasiones había quedado en medio de balaceras, pero nunca una desgracia le había golpeado tan cerca. En el atentado falleció su esposa, Alicia y sus hijos Nury Paola y Gerson Daniel y su primogénito Jorge. “Lo perdí todo”, manifestó.
El día del ataque, Cac Gutiérrez decidió llevar a su cuñada, que había venido de San Juan, Dolores, Petén, de donde su esposa era originaria, a la estación de bus para el regreso a casa. “Aprovechamos con mi esposa e hijos para ir a comprar zapatos, uniformes y útiles para el nuevo ciclo escolar”, relató. Agregó que su mujer, con el fin de que “ganara algunos centavos, por la mañana perdida con ellos”, le dijo que ella regresaría en autobús. Los dejó en El Trébol, zona 7, y horas más tarde, cuando escuchó las noticias presintió algo fatal.
Llamó al celular de su cónyuge, pero no le respondió, por lo que se dirigió al lugar de la tragedia, donde se encontró con los restos de sus seres queridos. “Ya nada será igual. Eran todo para mí. Teníamos dos meses de haber comprado un terrenito en Ciudad Quetzal, y mire cómo murieron”, se lamentó Cac.
Justicia
El 10 de febrero de 2014 fueron condenados seis pandilleros con penas que iban de 14 a 526 años de cárcel por el atentado con explosivo en contra del bus de Rutas Quetzal, que dejó 9 personas fallecidas.
Uno de los condenados fue Carlos Humberto Ramírez Escobar, alias el Güero, contra quien se dictó la pena más alta. El Ministerio Público logró demostrar su responsabilidad al haber ordenado la fabricación del explosivo. Por su parte Danilo Pérez Rodríguez fue condenado a 519 años por haber fabricado la bomba. Doménica Isabel Carrera Hernández, alias la Paquetona, fue quién colocó el artefacto en el bus y le impusieron la pena de 517 años y cuatro meses de cárcel. Gustavo Adolfo Pirir García, el Hammer y Eulogio Onelio Orozco Escobar, el Spawn, cumplen una pena de 507 años y cuatro meses de prisión. Elizabeth de la Cruz Cabrera, abuela de la Paquetona, purgaría una pena de 14 años de cárcel ya que recibió Q61 mil en su cuenta personal, producto de las extorsiones.