Gran Bretaña dijo temer que unos 30 marineros perecieron en el hundimiento.
Las autoridades británicas indicaron que el Sheffield, uno de los buques de guerra más modernos de la Armada Real, fue alcanzado por un cohete Exocet, de fabricación francesa, disparado desde un avión argentino.
El cohete alcanzó la sala de operaciones, situada en medio del navío y desató un incendio que envolvió por completo a la nave. El secretario de Defensa, John Nott, indicó al Parlamento que “el número de muertos quizá alcance los 30”. La primera ministra Margaret Thatcher quedó “devastada” al enterarse de la noticia, según sus ayudantes.
El Sheffield, de 4 mil 100 toneladas, incluido su material bélico, era uno de los cinco destructores que Gran Bretaña tiene en el Atlántico Sur. Su dotación consiste normalmente de 26 oficiales y 273 marineros. El destructor, que entró en servicio el 16 de febrero de 1975, estaba armado con misiles superficie – aire capaces de ser emplados contra aviones o barcos, un cañón de 114 milímetros, dos cañones de 20 mm. y torpedos para la lucha antisubmarina, según la publicación naval “Jane's Fighting Ships”.
Tenía 119 metros de eslora y llevaba un helicóptero Lynx Mark 2, armado con cohetes aire – superficie. Era uno de los 14 destructores de su clase en servicio en la flota británica.
De los otros cuatro que se encuentran en el Atlántico Sur, el Broadsword y el Brilliant están equipados con cohetes Exocet superficie – superficie y cada uno lleva dos cañones de 40 milímetros y dos helicópteros Lynx.
Los destructores de la clase Sheffield pueden alcanzar una velocidad máxima de 30 nudos. Tienen un radio de 4,500 millas a 18 nudos, según Jane's.
Los barcos, construidos por Vickers, Ltd., cuestan unos 40 millones de dólares cada uno. Gran Bretaña tiene tres submarinos, dos portaviones, un buque de asalto, cinco fragatas y dos cruceros livianos de patrulla en la zona del bloqueo de 200 millas impuesto por los británicos.
Grabación que muestra el momento del ataque al barco británico en 1982. (Video: tomado de Youtube)
Fuentes de defensa dijeron que el Sheffield se encontraba en una posición abierta entre las Malvinas y el continente argentino, en misión de vigilancia de radar para advertir el grueso de la flota de un ataque aéreo.
Mientras Argentina continúa sus operaciones de rescate en torno al Belgrano, la embajada estadounidense en Buenos Aires, dijo que evacuará parte del personal “no esencial” y sus familiares ante la posibilidad de que surja una nueva ola antiestadounidense, a raíz de la ayuda norteamericana a los británicos.
“En vista del trágico conflicto en el Atlántico Sur y las condiciones que ha creado, solicitamos a un reducido número de personal no esencial de la misión estadounidense y a algunos de sus familiares que abandonen temporalmente Argentina”, dijo una declaración de la embajada.
En Moscú, el presidente Leonid Brezhnev denunció a Gran Bretaña y la acusó de ejercitar un “bandolerismo imperialista”, en su primer comentario público sobre la crisis.
El secretario de Defensa británico John Nott dijo al parlamento que los aeropuertos de Puerto Stanley (Puerto Argentino para los argentinos) y Goose Green fueron bombardeados por segunda vez para asegurar que los argentinos no puedan repararlos y transportar suministros a sus 9 mil hombres estacionados en las islas.
Indicó además que por primera vez, que la flota localizó y atacó el sábado un submarino argentino que se encontraba “claramente en posición de atacar a nuestras fuerzas”. Sin embargo, dijo no saber si el submarino fue tocado.
Hasta ahora, Argentina ha perdido un destructor, un submarino, dos lanchas patrulleras y por lo menos tres aviones, entre ellos un Mirage, según la cuenta británica.
El hundimiento del Sheffield y el abatimiento de un Harrier fueron las primeras pérdidas confirmadas por Gran Bretaña. Argentina dijo anteriormente haber abatido 13 aviones británicos y haber averiado dos barcos, entre ellos el portaviones Hermes, buque insignia de la flota británica.
Persisen las conjeturas de que es inminente un desembarco británico en las Malvinas. Las tormentas que anunciaron la llegada del invierno en el Atlántico Sur han aminorado. Fotos meteorológicas estadounidenses captadas vía satélite muestran que las densas formaciones de nubes están desapareciendo, prometiendo un clima que podría facilitar la invasión.