Entre los eventos de apoyo a la difusión de la declaración se organizó un concierto de música inédito en el que se convocaron a las principales bandas de rock nacionales. El 15 de noviembre de 1994, Prensa Libre, Discos y Cosas y Primera Generación Records convocaron a una reunión con medio centenar de artistas nacionales quienes tuvieron la oportunidad de conocer el proyecto y también el motivo principal del concierto el cual era respaldar la Declaración de Chapultepec.
Antecedentes
En 1994 Guatemala se encontraba en la fase final de las negociaciones de paz entre el Gobierno y la Guerrilla. De acuerdo con el documental audiovisual “Alternativa, la historia del rock en Guatemala”, la generación de artistas de la década de los noventa creció con los horrores del conflicto armado interno. El arte en general había visto mermada su participación pública, ante la censura de los regímenes militares quienes veían la expresión y en especial la artística, como subversiva.
La sociedad guatemalteca de los años setenta era conservadora y algunas expresiones musicales como el rock era juzgada como una mala influencia para la juventud, además de la falta de apoyo de las empresas disqueras y radiales. El estigma persiguió a las bandas hasta finales de los años ochenta, cuando encontraron espacios para presentarse, inclusive desde el mismo Estado, quien promovió conciertos en la Plaza Central gestionados por la primera dama, Raquel Blandón de Cerezo. Luego ya entrados los años noventa el crecimiento del movimiento del rock nacional se dió gracias a la expectación y difusión del concierto Libertad de Expresión ya que muchos de los grupos que se presentaron en dicha ocasión emergieron y hoy son referentes del movimiento rockero nacional.
Expectativa
Desde que se anunciara el evento un mes antes generó mucha expectativa entre los lectores. A la iniciativa fueron sumándose otros medios de comunicación escritos, televisivos y radiales, instancias gubernamentales y marcas comerciales. Muchos jóvenes adquirieron sus entradas y firmaron la Declaración Hemisférica sobre Libertad de Expresión como muestra de apoyo.
El escenario que albergaría Libertad de Expresión ¡Ya! fue la hoy desaparecida Plaza de Toros ubicada en la zona 13, que para el evento tendría una capacidad para recibir a unas diez mil personas. Las notas periodísticas y anuncios sobre el concierto abundaban en los días previos.
La Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, respaldó en todo momento la realización del evento y contó con la representación del coordinador de libertad de prensa de dicha entidad, Ricardo Trotti. “La SIP ha tomado muy en serio el concierto Libertad de Expresión ¡Ya!, dijo Trotti. “El concierto educará a la juventud en un país como Guatemala en donde urge que sus habitantes conozcan sus derechos y luchen por ellos, por ello felicito la labor de los periodistas José Eduardo Zarco (+) y Luis Morales Chúa de Prensa Libre y de los demás medios y empresas que han respaldado este movimiento”, agregó.
Por su parte el presidente de la República, Ramiro de León Carpio manifestó su apoyo a la realización del primer concierto de rock nacional, dedicado a la libertad de expresión. “El concierto de rock Libertad de Expresión ¡Ya! se presenta como un nuevo mensaje para la juventud, movido por el cariño y respeto a las nuevas generaciones que constituyen el principal baluarte de la Nación”, expresó el presidente de León Carpio.
El cartel del concierto presentaba a los grupos principales de rock de la época y otros que comenzaban a emerger en la escena. Liverpool, Fábulas Áticas, Astaroth, Kaos, Tianamen, Viernes Verde, Ytrium, Extraña Procedencia, Influenza, Henrik Bie, La Tona, Stress, Sygnos, Guerreros, Disidentes, Radio Viejo, Piedras Negras y Bohemia Suburbana participaron en el magno concierto.
Una de las novedades del concierto era la interpretación del grupo Liverpool, quien iniciaría el concierto con una versión “rockera” del himno nacional. Algunos funcionarios como el presidente de León Carpio y el ministro de Educación Alfredo Tay Coyoy coincidieron que se esperaba el respeto a los símbolos nacionales, aunque era una expresión legítima la interpretación distinta del himno nacional para mover a la juventud al amor patrio.
El concierto
La portada de Prensa Libre destacaba el 18 de diciembre de 1994 en su portada y en sus primeras páginas las ocho horas de música por la Libertad de Expresión y el entusiasmo y júbilo de la juventud guatemalteca que asistió al histórico concierto, un reflejo de la aceptación de los jóvenes a participación en el proceso de transformación que vivía el país, unidos por la música.
La aceptación de los jóvenes fue inmediata y se reflejó en diversidad de manifestaciones de júbilo y alegría que culminaron con un nutrido aplauso, en señal de reconocimiento a la creatividad y al esfuerzo por rescatar el fervor cívico de los jóvenes guatemaltecos. A lo largo de ocho horas, se presentaron las bandas de rock quienes inspirados en la Libertad de Expresión, escogieron sus mejores interpretaciones para llegar a los corazones de los asistentes y despertar sus convicciones a favor del respeto a las libertades individuales del hombre, en especial la de expresaba libremente, señalaba la nota periodística.
Algunos de los asistentes al concierto indicaban que el rock era la música del futuro y una sana manera de distraerse sin molestar a nadie. Muchos coincidieron en señalar que el concierto, con el tiempo llegaría a ser reconocido como el primer paso en la promoción de futuros eventos, dirigidos a la juventud, con el propósito de iniciar una campaña de concientización para recuperar los elementales valores humanos, además de participar con su firma en la Declaración de Chapultepec.
Muchas de las bandas que se presentaron en dicha ocasión, coinciden en que este concierto marcó sus carreras y dentro de la historia del movimiento del rock nacional mereció un capiítulo, de acuerdo con el documental “Alternativa”.