El artículo hace referencia que en la madrugada del 31 de octubre se encontraron los cuerpos de los propietarios del almacén “El Torreón”, situado en la zona 9 de la ciudad capital.
Sus nombres eran Mariano Hidalgo y Otilia de Hidalgo, así como tres de sus hijos, Amparo, de 19 años, Mario, de 18 y Guillermo, de 17. La única que sobrevivió fue Lilian, de trece años.
Se describe que cuando los periodistas llegaron al lugar del crimen, ante una multitud de curiosos. En una casa vecina se encontraba Lilian, a quien como testigo del terrible hecho, le temblaban los labios y estaba pálida después de este suceso.
Comentó que ella estaba encerrada en el baño porque estaba castigada y desde ahí escuchó los gritos de sus familiares. Al salir del baño y entrar a la habitación de sus padres, al ver la escena alguien la atacó y logró quitarle el puñal con el que intentó atacar al hombre que asesinaba a su padre, pero después huyó y tres hombres la siguieron.
Al momento de burlar a sus perseguidores llegó a la casa de Irene viuda de Granados, quien era su madrina. Uno de los asesinos llegó al lugar, pero la señora les amenazó con dispararle.
Otro vecino salió al escuchar los gritos e hizo disparos. Lilian también pidió ayuda en otra casa vecina.
Al llegar los guardias civiles lograron capturar a Delfino Rivera, quien esta oculto en una matorrales todavía con el machete y tenía la herida en la espalda que le dio Liliana. Según esta descripción, podrían ser entre tres y cinco las personas involucradas en este crimen.
En la casa encontraron a Francisco Enríquez Obando. Él era el cocinero de la familia y escondió a los asesinos a su habitación desde el día anterior.
Cinco personas fueron capturadas por este hecho y cumplieron sentencia de pena de muerte el 20 de marzo de 1952. Ellos fueron Justino Gutiérrez Santos, Enríquez Obando, Rivera Orellana, Juan Chávez Pérez y Elías Lemus Carrera.
Esta historia también se convirtió en una novela de Dante Liano llamada El hijo de la casa.