Un individuo que portaba una metralleta interceptó el vehículo de Stanley a las 12 horas locales. En el tiroteo también resultó herido el periodista Jorge Gil, quien se encontraba en el vehículo con Stanley. Un transeúnte murió en el lugar y el acomodador de autos del restaurante “El Salto de la Rana” falleció en un hospital.
De héroe a villano
Más de ocho mil personas acompañaron el sepelio del presentador que era muy popular por su humor. Inició su carrera conduciendo el programa de radio “Sonrisas y Sorpresas” en 1960. Trabajando en televisión en varios programas en las diferentes televisoras, uno de los más conocidos fue “Pácatelas” y al momento de su muerte conducía el programa “Una tras otra” junto a su inseparable amigo de comedia Mario Bezares.
Sin embargo días después del asesinato circularon informes de que Stanley tenía vínculos con el narcotráfico. El diario “Reforma” citaba informes elaborados por Inteligencia Militar, entre 1994 y 1997 el conductor “aparece como uno de los enlaces dentro de la estructura del Cartel de Juárez, cuando lo dirigió Amado Carrilllo, conocido como el “Señor de los cielos”, por el poder de su flota aérea.
Por el estilo del homicidio y las armas utilizadas de calibre 40, una de las líneas de investigación que siguió la justicia mexicana es la de implicación de narcotraficantes. Días después circularon informaciones de la necropsia que daban a conocer de que en exámenes de orina el cuerpo del animador tenía residuos de cocaína, además en su ropa se encontró un envoltorio de papel con 0.5 gramos de la droga. Además en su vehículo se localizó un “molino” utilizado para procesar droga.
Otro informe indicaba que el cuerpo del presentador presentaba una lesión en el tabique nasal, rasgo característico en inhaladores de coca. La familia de Stanley rechazó categóricamente las acusaciones de que era adicto a la droga y menos de sus nexos con el narcotráfico.
Sospechosos
El compañero de fórmula de Stanley, Mario Bezares se encontraba en el restaurante al momento del ataque pero minutos antes había atendido una llamada telefónica alejándose de Stanley, mientres Bezares atendía, se dió el ataque. Por este hecho fue detenido el 22 de junio de 1999. Además de Bezares fueron detenidos Paola Durante, Erasmo Pérez y a otros tres acusados por el homicidio de Stanley, en 2001 fueron liberados por falta de pruebas.