Desde un día antes las tiendas de electrodomésticos cobraron popularidad, cuando hombres, mujeres y niños no perdían de vista las imágenes del fútbol en el televisor.
A las 9.30 horas del 10 de junio, sobre la sexta avenida de la zona 1, en la avenida Bolívar, en los centros comerciales y hasta en El Trébol, los aficionados se reunieron para observar el encuentro inaugural. Restaurantes y bares de la capital estaban colmados de clientes, que llegaron para observar el encuentro.
Para los vendedores de electrodomésticos, el Mundial significa una buena época. Las comisiones aumentan por motivo de la fiebre por cambiar el televisor. En las tiendas de mayor consumo se habían vendido hasta 10 televisores diarios, en las de menor, la venta es de tres a cuatro por día.
Más allá de un suceso deportivo, el Mundial es un fenómeno social, según el psicólogo Jorge Aldana “el fútbol puede, fácilmente, transformarse en una adicción.” Refleja la necesidad de los pueblos de olvidar, aunque sea por un momento, la realidad y escapar en una pasión colectiva.
El encuentro
El Estado de Francia, escenario del partido inaugural de la fase final de la Copa del Mundo de Francia ‘98, se transformó en un inmenso jardín onírico.
Un balón “díscolo, perseguido por unos “jueces de línea” de fantasía y unos zancudos, dio paso al despliegue de colores que transformó el estadio de Saint Denis (afueras de París) en un jardín.
Brasil inauguró la Copa Mundial de fútbol con una trabajosa victoria por 2-1 ante la aguerrida Escocia, en un partido en el que el astro Ronaldo no anotó y mostró solo parte de su repertorio.
César Sampaio abrió la cuenta por los brasileños a los 5 minutos; John Collis empató a los 37, y un gol en contra de Tommy boyd a los 72 le dio el triunfo a los brasileños, que buscaban su quinto título mundial y el segundo consecutivo en ese entonces.
La selección Brasileña en dicho partido contó con la siguiente nómina, la mayoría hoy jugadores leyenda: Taffarel, Cafú, Aldair, Junior Baiano, Roberto Carlos, César Sampaio, Giovanni, Dunga, Rivaldo, Ronaldo, Bebeto, Denilson.
Los fanáticos destacaron en dicho partido la falta de contundencia de Ronaldo, quien era la estrella en ese entonces, todos esperaban verlo hacer maravillas. La selección carioca ostentaba el bicampeonato mundial y aspiraba a su tercera copa consecutiva pero le fue arrebatada por su anfitriona, la selección Francesa, que obtuvo su primer título.