Durante un recorrido por el centro de la ciudad, se pudo observar a un agente de la policía nacional el cual se encontraba abrigado a causa del descenso en la temperatura.
Al preguntarle sobre el ambiente que reinaba en la ciudad dijo: “No hay ni una sola alma en la calle”.
El servicio de buses urbanos no fue suspendido pero era muy escaso. Las pocas camionetas tuvieron que encender las luces durante su recorrido debido a la oscuridad que provocó el eclipse.
En la periferia
En las colonias de la periferia de la ciudad se produjeron hechos un tanto singulares, porque daba la idea de que se trataban de pequeños pueblos abandonados.
Los vecinos cerraron las puertas de sus casas y se concentraron frente a los televisores para observar el fenómeno celeste.
Los perros ladraron durante casi dos horas; las gallinas y las aves buscaron su nido, como si estuviera anocheciendo. Las diferentes aves que con frecuencia se observaban en los parques o en la copas de los árboles callaron sus cantos y se anidaron como ocurre al caer la noche.
Pocas personas que siguieron por televisión el fenómeno repetían “¡Qué lindo! ¡Qué bello!, ya que era primera vez que observaban un acontecimiento de esta naturaleza.
Curiosidades
La señora Francisca Chávez al ser consultada luego del fenómeno dijo: “Mi hija está embarazada. Yo le dije que se encerrara en el cuarto”.
Ella no vio el fenómeno, y le indiqué que ni siquiera por televisión debería ver el eclipse.
La vendedora del mercado cantonal de la zona 1 Natalia Betancourt, dijo: “A mi hijo recién nacido lo envolví en tres perrajes negros y lo encerré bajo llave”.
La señora Carmina Rodriguez dijo: “Mi esposo, que nació en julio, se confesó y ese día permaneció en oración toda la mañana frente al Cristo Negro de Esquipulas, por lo que no vio el eclipse”.
Don Roberto Orellana, de la aldea El Chato, manifestó que había encalado a su caballo de color negro, para que se mantuviera blanco y no se muriera por el eclipse.
El campesino Tiburcio Orellana, dijo: “Mi hijo es canchito, por lo cual le pinté la cara de negro para que el eclipse no lo quemara”.
En la población del municipio de Mixco quemaron cohetillos y fuegos artificiales. Dijeron que el fenómeno consistía en un encuentro de la luna y el sol, el cual era un romance entre ambos y por ello celebran esa unión.
En Petén campesinos tocaron tambores, cacerolas y gorgoritos durante el tiempo del eclipse; otros se reunieron para echarse los tragos olvidando por completo del eclipse.
En la colonia San Rafael, de la zona 18, varias mujeres salieron a la calle para gritar: “¡Señor , Señor, ten piedad de nosotros”, mientras otras encendían veladoras y repetían el nombre de Dios.
Un joven de tan solo 15 años de edad dijo que lo visto por él serviría de historia para contárselo a sus hijos y nietos.
El sacerdote José María Ruiz Furlán (padre Chemita) dijo que sin lugar a dudas el eclipse era un aviso para los pecadores , quien debían confesarse y dar su diezmo a las iglesias y actuar conforme a los 10 mandamientos.
Cuatro planetas
Mercurio, Venus, Marte y Júpiter fueron los cuatro planetas que ese día se pudieron observar a simple vista cuando el eclipse total se produjo, y no había ningún peligro de observarlos en una franja de 251 kilómetros en nuestro país.
El fenómeno pudo ser visto en toda América.
En Honduras se reportó que cuatro personas que observaron directamente el fenómeno sufrieron daños en sus ojos.
En Guatemala no se reportó daños en la vista de ningún guatemalteco.
Los pronosticadores coincidieron en que el próximo eclipse similar se producirá en el año 2113.
Otros fenómenos
Luego del eclipse total de sol ocurrido en 1991, hasta la fecha los guatemaltecos y parte del planeta han sido privilegiados por fenómenos estelares.
27 de octubre de 2004
Hombres mujeres y niños amantes de la astronomía se reunieron en el museo Miraflores, zona 11, donde instalaron telescopios para observar el eclipse total de luna.
En esa ocasión el fenómeno culminó a las 23 horas y por motivos atmosféricos no se pudo observar en Guatemala.
29 de marzo de 2006
Un eclipse total que inicio en Brasil atravesó cuatro continentes y el océano Atlántico.
Fue visto por millones de espectadores, lo que desató un espectro de respuestas, entre temor y admiración.
Las montañas del sur de Rusia fueron las últimas en saludar el fenómeno el cual desapareció por completo en el desierto de Mongolia.
30 de noviembre de 2010
Una lluvia de estrellas iluminó el cielo luego de que cientos de estrellas fugaces ofrecieron un gran espectáculo de luces y colores.
Édgar Castro Bathen, presidente de la Asociación Guatemalteca de Astronomía, dijo que para disfrutar el espectáculo no era necesario ningún instrumento, solo había que “tenderse en el suelo y ver hacia el cielo”.
14 de abril de 2014
Se produjo otro eclipse de Luna, la cual se tiñó de rojo, fenómeno que no ocurre con frecuencia.
Estos fenómenos son poco frecuentes. El último ocurrió el 10 de diciembre del 2011.
Eclipse total de Sol de 1991. (Video: tomado de Youtube)