Dicho trabajo redundaría en beneficio de la reconstrucción física de Guatemala, en ayuda directa para los reos, que tendrían la oportunidad de obtener los beneficios de la redención de penas por el trabajo, más la justa retribución económica.
La sugerencia cursada por el colegio al presidente del Comité de reconstrucción nacional explica que en las granjas podrían fabricarse considerables cantidades de blocks de cemento, aserramiento de madera y otros trabajos más relacionados con la reconstrucción del país tras el terremoto.
Directivos del colegio entrevistados sobre el particular manifestaron que de esta manera los reos podrán aportar su participación en la reconstrucción, lo cual sería loable, pues lo harían desde las cárceles, obteniendo beneficio directo al recibir un salario como cualquier trabajador.
Esta situación además permitiría al preso lograr los beneficios de la redención de penas por el trabajo e incluso de poder afiliarse al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social. Con esto se estarían forjando valores positivos y se normalizarían las leyes económicas de la oferta y la demanda, toda vez que el material hecho en las prisiones podría ser vendido al precio normal y corriente para ayudar a la gente que fue damnificada.
La sugerencia enviada por el Colegio de Abogados de Guatemala al Comité de reconstrucción nacional fue bien recibida por otros sectores y la junta directiva del cuerpo colegiado esperaba alguna respuesta favorable, que al final no fue aceptada.