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1954: guerra contra el Gobierno de Árbenz

El 19 de junio de 1954, el presidente Jacobo Árbenz Guzmán en un mensaje dirigido al pueblo de Guatemala denunciaba un ataque armado en contra del Gobierno de Guatemala por un movimiento de “liberación nacional”.

Foto que ilustraba la portada de Prensa Libre del 21 de junio de 1954 aparece el presidente Jacobo Árbenz durante un mensaje que dio a los ciudadanos por los ataques de los últimos días. (Foto: Hemeroteca PL)

Foto que ilustraba la portada de Prensa Libre del 21 de junio de 1954 aparece el presidente Jacobo Árbenz durante un mensaje que dio a los ciudadanos por los ataques de los últimos días. (Foto: Hemeroteca PL)

A través de la cadena de radiodifusión nacional encabezada por la emisora TGW el coronel Árbenz manifestó: “Tengo en mi poder un manifiesto de las llamadas agrupaciones anti-comunistas, firmado en la ciudad de Guatemala el 20 de mayo de 1954, en el cual han declarado alzarse en rebelión contra el gobierno de Guatemala, más o menos, unos cuarenta conocidos e impertinentes conspiradores al servicio de la United Fruit Company”.


En el documento se ha dado en llamar “jefe supremo” de un supuesto movimiento de liberación nacional, al architirador Carlos Castillo Armas, quien comandaba en realidad una heterogénea fuerza expedicionaria de la misma frutera, tropa que se encuentra entre los departamentos de Chiquimula e Izabal. El supuesto “jefe supremo” ha decretado un gobierno de Guatemala en el exilio.

El movimiento de marras ha manifestado que no son de su agrado las leyes que ha decretado el organismo legislativo, incluyendo la Reforma Agraria, siendo antipáticos de los otros organismos estatales. Tampoco estaban de acuerdo con el régimen de libertades que se conquistó el 20 de octubre de 1944. Así mismo aseguraban que el arzobispo metropolitano Mariano Rossell ha exhortado al pueblo para que “se levante” a combatir el comunismo.

Ataques aéreos y terrestres

Dos años antes Árbenz había denunciado un complot en el que se verían involucrados altos mandos del Ejército, quienes habrían recibido sumas altas de dinero. Esa misma semana hubieron atentados dinamiteros y bombazos contra viviendas particulares en un intento por alterar el orden constitucional.

Árbenz no mentía. El 18 de junio de 1954 inició la invasión al territorio nacional por parte de militares nicaragüenses somocistas, hondureños cariístas, costarricences calderonistas, dominicanos trujillistas, aventureros cubanos y guatemaltecos exiliados, como los denominó Árbenz. Estas tropas partieron de Tegucigalpa con destino a la frontera con Guatemala, los primeros ataques se dieron en Chiquimula, donde ametrallaron el instituto de señoritas, inclusive en la capital, en aviones, ametrallaron edificios y tiraron armas con identificación soviética desde las alturas.

Víctimas de los ataques aéreos declararon sobre como fueron heridos tras el atentado. El señor Rafael Sánchez Vega informó que se encontraba en la puerta de su casa en la mañana, con su hermano y un sobrino; escucharon varios disparos cerca del teatro Venecia (Ave. Bolívar) cuando el avión les disparó en las piernas.

Por su parte el señor Efraín Pérez se encontraba en la misma avenida y veinte calle cuando vio venir el avión y se lanzó al suelo, la gente que se encontraba huyó despavorida diciendo que la invasión estaba comenzando, el señor Pérez sintió algo caliente en la pierna, se trataba de una herida de bala, este era el testimonio de los heridos en los ataques en la capital y se sumaban otras siete personas que se encontraban en recuperación en el hospital general.

Campaña de desprestigio

El presidente Árbenz en su discurso hizo alusión a la presión del gobierno estadounidense de Eisenhower ya sea por falta de información o por otras causas ha abanderado la campaña de cacería de brujas anticomunista de los señores McCarthy Wiley y de Foster Dulles, éste último hermano de uno de los principales dueños de la compañía frutera norteamericana, principal terrateniente en Guatemala.

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