La progenitora de los hermanos Mejía, quien se identificó como Rosa Calderón, dijo que los pequeños jugaban en el patio de su casa, cuando junto a su vecina, Jacqueline, comieron unas semillas que pensaron que eran de almendra.
Personal de la emergencia del referido nosocomio indicaron que atendieron a los niños y les suministraron suero, y luego quedaron bajo observación médica.
“En nuestra casa hay muchos palos —árboles— de estos, pero los niños nunca habían comido sus semillas”, manifestó Carlota Almazán, madre de Jacqueline.