En todo caso, el experto considera que los esfuerzos de los gobernadores designados deberán centrarse en buscar mecanismos que fortalezcan e impulsen el desarrollo económico de sus comunidades.
¿Por qué este proceso de selección de gobernadores ha generado tanta expectativa?
Efectivamente, este ha sido un proceso sui géneris. La verdad es que causó mucha expectativa en la población y generó mucha confianza y credibilidad la convocatoria misma. De hecho, jamás en la historia, según los registros de las entidades públicas, se habían postulado tantas personas para el cargo de gobernador titular: esta vez fueron 343 personas, y de esas, 47 son mujeres.
Este proceso y en estos momentos habría que verlo en fases: primero, la convocatoria; lo otro fue el tiempo o el hermetismo causado cuando ya el presidente de la República anuncia y da fechas propuestas para anunciar a quiénes eran los elegidos.
En casos anteriores ¿ cuántas personas se habían postulado?
Tal vez la particularidad es la conformación de este gobierno. Para nada es un secreto la ausencia de algunos liderazgos locales de estructuras partidarias. En épocas anteriores era cosa juzgada que fueran los candidatos perdedores del partido de gobierno quienes habrían tenido ganada ya la posición de gobernadores. Como consecuencia, a lo sumo, eran dos o tres propuestas las que se hacían por departamento.
Si es seleccionado alguien afuera de la parte estatal, de la sociedad civil, ¿podría considerarse que es una elección “a dedo”?
Yo diría que sí. Pero difícilmente va a poder impugnarse. La verdad es que el presidente de la República salva su responsabilidad al momento que somete al escrutinio de entidades como la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, Ministerio Público y Contraloría General de Cuentas, la hoja de vida de los candidatos, pero tampoco es una garantía.
Ya hay antecedentes que se dieron con la ministra de Comunicaciones —Sherry Ordóñez— y en ese sentido sí causa un poco de duda en cuanto a que efectivamente se tenga esa voluntad de respetar las propuestas, en este caso, del Consejo de Desarrollo, a través de las oenegés.
¿Se podría decir que FCN-Nación está en desventaja en comparación con otros partidos como Líder, PP y UNE?
Efectivamente, así es. En el listado que se publica vemos a personas y exfuncionarios pertenecientes a esos partidos políticos. Entonces sí creo que está en franca desventaja el partido de gobierno.
¿Transparenta el proceso el hecho de que el presidente sometió a escrutinio las hojas de vida de los candidatos?
Pues yo creo que fue una acción audaz del presidente de la República para salvar esa responsabilidad, pero yo, sin el ánimo realmente de afectar su posición, diría que fueron otros actores, otros protagonistas, quienes realmente están incidiendo en la elección de estos funcionarios.
Según la Ley, ¿cuáles son las funciones principales de un gobernador departamental?
Esencialmente, representar al presidente de la República en los departamentos, darle seguimiento y ejecutar de forma coordinada las políticas de gobierno, los planes y programas. El gobernador debe ser agente de cambio. Pero sí difiere un poquito en los departamentos del país. Yo creo que más ocupa el tiempo el trabajo que generan los consejos Departamentales de Desarrollo.
¿Por qué es bastante codiciado el puesto?
En estas circunstancias y en estos tiempos, quien se haya postulado pensando que con ser gobernador se iba a sacar la lotería a través de esquilmar los fondos públicos se equivocó de camino. El recurso que maneja el Codede, naturalmente para algunos, no para todos, sigue siendo un atractivo.
Pero creo que más que legitimar el cargo de gobernador, como pretenden algunos que sea a través del voto, yo diría que hay que honrarlos a través de mecanismos más severos de control en el manejo del dinero.
¿Cómo podría ejercerse este mayor control financiero a nivel de gobernaciones?
El reglamento plantea que para la apertura de cuentas es válida la firma del gobernador departamental y la del director administrativo financiero, y es ahí donde puede generarse un malsano interés. Entonces deberían detenerse ahí las autoridades, para tratar de fiscalizar de mejor manera este proceso. Pero, insisto, habría que poner énfasis en el manejo del recurso, para tener la certeza de que realmente lleguen a las obras para las cuales fueron solicitadas y programadas.
¿Los gobernadores podrían influenciar en las contrataciones de obras que pudieran beneficiar a cierta empresas?
Sí, la historia está llena de ejemplos. Afortunadamente no son todos, pero sí existe esa perversión y esa posibilidad de que así pueda darse. No nos explicamos; la gente, el pueblo no se explica cómo hay obras abandonadas por más de mil millones de quetzales, pero es por esa irresponsabilidad en el manejo de ejecución en los Codedes.