Villatoro le dio lectura a los argumentos del Tribunal y a la decisión.
Lucas Santiago —quien disparó contra Rosenberg—, Idelmo López y William Santos fueron condenados a 38 años de cárcel —30 por asesinato más ocho por asociación ilícita—. A José Ruano le impusieron 48 años de prisión —30 por asesinato, ocho por asociación ilícita y 10 por tenencia ilegal de armas bélicas—.
Byron Santos, Balmoris Guzmán, Samuel Girón y Miguel de Jesús Ordóñez fueron condenados a ocho años de cárcel, por asociación ilícita. A este último le sumaron otros dos años y ocho meses, ya que estaba de alta en la Policía Nacional Civil (PNC).
Colaborador eficaz
Jesús Manuel Cardona Medina también fue hallado culpable del crimen, pero le impusieron penas benignas, por haber colaborado en el caso. Para el efecto fue suscrito un acuerdo entre la defensa del reo y el Ministerio Público, que fue aprobado por los jueces antes de la sentencia.
Al momento de la lectura del fallo, los jueces decidieron rebajarle las penas impuestas a Cardona, en dos terceras partes; es decir que por asesinato purgará 10 años, y por asociación ilícita, otros dos años y ocho meses.
Cardona sostuvo negociaciones con la Fiscalía desde que el caso estaba en el Juzgado Décimo de Instancia Penal, pero le fue revocado el acuerdo porque omitió información relevante y mintió en algunos aspectos.
Sin embargo, la ley permite negociar durante el juicio, pero el acuerdo debía ser aprobado antes de la sentencia, tal como sucedió ayer.
Pruebas
Los jueces analizaron las pruebas presentadas durante el juicio —más de 78 testigos, tres mil 345 interceptaciones telefónicas, despliegues telefónicos e informes, entre otras— y consideraron que los videos de las cámaras de seguridad cercanas a la escena del crimen comprueban que la banda vigiló a Rosenberg antes de asesinarlo.
“Los acusados son autores responsables del asesinato, porque hubo alevosía, un precio, y en diversas reuniones en restaurantes se determinó la participación de los mismos, incluso felicitaron a Lucas por el buen trabajo, y posteriormente se repartieron el dinero”, leyó el juez.
El Tribunal de Alto Riesgo indicó que se demostró que los acusados eran parte de un grupo que se reunía para cometer delitos antes y después del crimen contra Rosenberg, por lo que los encontró responsables de asociación ilícita.
Además, halló responsable de tenencia ilegal de armamento bélico a uno de los acusados, a quien se le incautaron varias armas en la vivienda donde fue capturado.
La mayoría de detenciones por este caso se ejecutaron en septiembre del año pasado, y la última, un mes después.
El juicio
El Tribunal de Alto Riesgo necesitó celebrar 12 audiencias de unas ocho horas cada una para recibir las pruebas presentadas por las partes.
Entre los testigos se presentaron Luis Mendizábal, Mario Fuentes Destarac, Eduardo Rosenberg, María Mercedes Marroquín, Pedro Pablo Marroquín, Mario David García, Luis Eduardo López Florián, Evelyn Matheu, Luis Alejos, algunos empleados y amigos de Rosenberg, bomberos y expertos del Ministerio Público (MP) y de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).
Durante las audiencias, la Fiscalía y la Cicig describieron y relacionaron los hechos con las pruebas y los testimonios vertidos para comprobar la participación de los sindicados.
También se expusieron las videodeclaraciones de tres colaboradores eficaces, dos de ellos ya beneficiados con anterioridad, y el testimonio reproducido en video de una menor de edad que ubicó a los acusados en distintas reuniones en las que planificaron la muerte de Rosenberg.
Los defensores de los sindicados insistieron en las contradicciones que observaron en los testimonios, como una prueba no embalada y violación a la cadena de custodia.
En la sala de audiencias se ubicaron ayer más de 30 agentes del Sistema Penitenciario, del Organismo Judicial y de la PNC, para evitar desórdenes.
En los rostros de los familiares de los condenados se veían lágrimas y gestos de tristeza al escuchar la sentencia.
Bajo fuertes medidas de seguridad, el fiscal del caso y los abogados de la Cicig fueron escoltados hasta los elevadores, para evitar que los parientes de los acusados se les acercaran.
El fiscal Rubén Herrera expresó antes de subir al ascensor: “Consideramos que se ha hecho justicia. El pueblo de Guatemala gana con esta resolución”.
Los Valdés Paiz
Los hermanos Francisco y Estuardo Valdés Paiz están ligados a proceso penal por complicidad en el asesinato de Rosenberg, y su caso está todavía en etapa de investigación, la cual vence el 22 de septiembre próximo.
Será en la audiencia programada para el 12 de octubre próximo que la Fiscalía Especial para la Cicig solicite la apertura a juicio contra ambos.
Lo mismo sucede en el caso de Diego Moreno Botrán, quien está ligado por colusión, por haber evitado que los hermanos Valdés se presentaran a la justicia.
La diferencia es que el MP cuenta con seis meses para presentar una conclusión en contra de este último. La audiencia de apertura a juicio está programada para el 12 de enero del 2011.
Por haber encubierto a los Valdés Paiz y emprendido una supuesta campaña de desprestigio contra la Cicig, están detenidos y ligados a proceso Miguel Fuxet y Rodolfo Ibarra.
Aún están prófugos Nelson Wilfredo Santos, alias el Vaquero, guardaespaldas de los hermanos Valdés, y Marlon Orlando Barrientos, alias el Soldado, vinculado con el grupo que mató a Rosenberg.
