Rabanales López, nacido en Ayutla (Tecún Umán) el 7 de agosto de 1988, era investigado por las autoridades por sus presuntos vínculos con una célula que trasiega cocaína y metanfetaminas hacia México y los Estados Unidos, según los primeros reportes.
De acuerdo con testigos del hecho criminal un grupo de hombres armados, con pasamontañas negros, irrumpieron durante un palenque a eso de las 20.50 horas para atacar en forma directa a Rabanales López.
Esa noche, el sujeto participaba en apuestas de peleas de gallos. Los hombres, que portaban fusiles y pistolas 9 milímetros, fueron directamente sobre él y le acertaron una decena de disparos.
Su cuerpo quedó en una calle de la aldea El Bejucal, en Catarina, San Marcos, donde se llevaba a cabo este tipo de actividad, y donde regularmente apuestan miles de quetzales, pesos o dólares, según las pesquisas de las autoridades.
La Fiscalía Municipal de Malacatán, según el portavoz del Ministerio Público (MP), Moisés Ortiz, investiga el hecho, en el cual hallaron muerto a Rabanales López.
“El personal fiscal, y los técnicos en investigaciones criminalísticas, procesaron la escena. Lograron individualizar al fallecido como Carlos Alberto Rabanales López, de 35 años, quien presuntamente murió por múltiples impactos de bala”, comentó Ortiz.
Además, añadió, recabaron diversos indicios, entre los cuales figuran un vehículo tipo camioneta y balas percutidas.
De acuerdo con el MP, la investigación preliminar refiere que el ahora fallecido “se encontraba en el interior de un palenque cuando un grupo de hombres, posiblemente mexicanos, con armas de grueso calibre, lo atacaron en forma directa y luego huyeron con rumbo ignorado”.
El MP considera que el comando armado pudo haber regresado a territorio mexicano, en el estado de Chiapas, por pasos ciegos de la frontera con Guatemala.
“La fiscalía continúa desarrollando diligencias de investigación para individualizar a los responsables”, afirmó Ortiz.
En los últimos meses, la zona de Ayutla, Malacatán y Catarina, San Marcos, ha sido escenario de diversos ataques armados que protagonizan presuntos grupos armados de origen mexicano a quienes les han vinculado con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CGNG).
La alcaldesa electa, por ejemplo, sufrió un atentado en su casa. Un comando armado llegó a disparar. Un agente de la Policía Municipal (PM) resultó herido.
Semanas después comenzaron ataques directos contra otros funcionarios de la comuna de Ayutla. Uno de estos ataques se cobró la vida del jefe de la PM Wslen Eladio Sarceño Leiva el 29 de agosto a eso de las 12.30 horas en el caserío Esquipulas, Tecún Umán. Junto con él murió otro agente, Joglin Chilel Rodríguez.
Las primeras pesquisas revelan que se trata de un ataque directo contra la alcaldesa electa, Isel Súñiga, quien heredó el poder “que ejerció su papá, Erick Súñiga, por más de 10 años en ese municipio hasta que se entregó a las autoridades de Estados Unidos por sus actividades dentro del narcotráfico.
La pelea de la célula del CJNG que opera en esa frontera ha alcanzado también a policías municipales de Ciudad Hidalgo y Tapachula, Chiapas, México. Pese a los refuerzos, las actividades criminales no cesan.
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