Asimismo, De León señaló que los cuerpos de los presos muertos tienen tatuajes que los identifican como miembros de la pandilla Barrio 18,. También confirmó que los cuatro estaban recluidos en el sector 11, donde fueron localizados sin vida.
“En los sectores 11 y 13 no puede habitar nadie que no sea miembro activo de la pandilla del Barrio 18”, aseveró.
Sobre los manuscritos encontrados sobre los cadáveres, los cuales dicen que fueron asesinados por ser colaboradores eficades del Ministerio Público, el director aseguró que “se constató con el MP que no eran testigos ni colaboradores”.
Respecto a la posible causa del cuádruple crimen, De León dijo: “Creemos que el Barrio 18 vive un caos por la falta de cabezas y que están aislados, llenos de desconfianza”.
Los integrantes de la Rueda del Barrio, los máximos líderes de la pandilla, están recluidos en la cárcel El Infienito, en Escuintla, desde febrero de 2017 como una de las medidas para “retomar el control de las cárceles”, manifestó el entonces ministro de Gobernación, Francisco Rivas.
De forma oficial se sabe que dos de los cuatro reos muertos son Juan Carlos López López y Rony Estuardo Marín Aquino.
Los cuerpos presentaban señales de asifixia por estrangulamiento, golpes y heridas de arma blanca, aunque la causa de muerte será confirmada con la necropsia.
Los reclusos del sector 11 del Preventivo no tienen visitas desde noviembre de 2017 hasta nueva orden, a raíz de una requisa en la que las autoridades encontraron armas, electrodomésticos, municiones y otros objetos ilícitos.