Los sicarios esperaron que el niño entrara a la escuela para segar la vida de su progenitora, quien era madre soltera.
Familiares de Lizbeth se vieron consternados por el ataque y dijeron a los agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) que acudieron a la escena del crimen, que no saben cómo explicarle al niño la muerte de su madre. “Exigimos que encuentren a los responsables”, dijo una familiar en medio de llanto.
Nueva víctima
Ramos se convirtió este miércoles en otra víctima de la violencia e inseguridad que atraviesa el país. La joven, quien cursó la secundaria en un colegio evangélico de la cabecera de Escuintla, fue atacada por desconocidos a quienes las autoridades siguen la pista.
De acuerdo a información brindada por la PNC, la mujer tiene una herida de bala en la cabeza, a un costado de la oreja.
Después de dejar a su hijo, Lizbeth iba a pasar a saludar a su madre que vive a unos 30 metros de la escuela, como lo hacía cada mañana.
Curiosos señalaron que luego del ataque el sicario corrió unos metros y se subió a una motocicleta donde lo esperaba un cómplice y que estos al darse a la fuga iban escoltados por un automóvil gris, en el que se conducían varios hombres armados.
Investigadores de la PNC manejan dos líneas de investigación, de acuerdo con los datos recabados. La mujer tenía dos amenazas de muerte, y al parecer salía con un hombre casado.
Otra hipótesis apunta a que el hombre casado le dijo a la ahora víctima que no lo dejara de lo contrario la mataría.
Pobladores del lugar lamentaron lo ocurrido y se sintieron atemorizados, ya que el hecho ocurrió a escasos metros de la escuela oficial. “Vaya que los alumnos ya habían ingresado a la escuela sino hubiera sido una tragedia por alguna bala perdida”, indicó una madre de familia del lugar.
*Nombre ficticio
