Los soldados y policías hicieron disparos con balas de salva en el interior y afuera del avión.
Durante la actividad de preparación, efectuada el pasado jueves y que duró tres horas, participaron 90 personas, entre agentes de la fuerza pública y particulares que hicieron el papel de pasajeros y terroristas. La aeronave donde se realizó el simulacro, está en abandono y bajo el resguardo de la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG).
El rescate de los supuestos rehenes estuvo a cargo de kaibiles del Ejército, agentes de las unidades antiexplosivos y antisecuestros de la PNC, y agentes de la seguridad aeroportuaria.
“La demostración era la fragilidad para que se produzca un secuestro y también la pericia de los organismos de seguridad”, dijo Conrado Monroy, portavoz de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
En el simulacro también participaron bomberos y autoridades de la DGAC, así como personal de la Conred y de varias aerolíneas.
El funcionario descartó que haya alguna amenaza de un evento real de este tipo y que se trató de “una práctica rutinaria”.
Mejorar calificación
Monroy explicó que la actividad de simulacro es otro de los requisitos que pide la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para mejorar la calificación de Guatemala en el tema aeroporturario.
Estuvieron presentes como observadores representantes de la OACI y de la Administración Federal de Avión de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés).
“Ellos son los que califican a que nivel de preparación está un país para mejorar la calificación”, indicó el funcionario.
El proceso de preparación de Guatemala para su calificación por parte de la OACI concluirá el próximo 27 de julio con un gran simulacro que abarcará todo el aeropuerto La Aurora y se hará en vuelos reales, para lo cual la DGAC informará a la población para que no se alarme.