Estadísticas de la Oficina de Atención a la Víctima del Ministerio Público (MP), en Huehuetenango, registran seis casos de parricidio el año pasado en Nentón, San Juan Ixcoy, Cuilco, Colotenango y cabecera departamental, mientras que en el 2016 no se ha reportado ninguno.
El caso más reciente se registró el 6 de noviembre del 2015, cuando Daniel Lorenzo Pascual, en un acto de despecho por el abandono de su esposa, mató con arma blanca a su hija Alison Lorenzo Constansa, de 3 años.
El 3 de junio de ese mismo año, fue localizado el cadáver de un niño de unos 5 años, en un pozo artesanal de una vivienda de la colonia Las Flores, Huehuetenango.
Según investigaciones, la culpable del crimen es la madre Delia Sales Hernán, quien continúa prófuga.
Para Érick Villatoro, delegado de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), en ese departamento los crímenes contra familiares reflejan desvalorización de la vida y falta de autoestima de los victimarios.
Castigo
Wálter Jiménez, juez del Tribunal de Sentencia Penal en Chimaltenango, informó que los ocho crímenes contra familiares que se registraron en los últimos cinco años en ese departamento han recibido fallo condenatorio, con penas de 20 y 25 años.
Añadió que la mayoría de los casos han ocurrido en el área rural, por problemas familiares y herencias.
“Al practicarles pruebas psicológicas a los asesinos, los resultados han arrojado que han actuado bajo efectos de alcohol y drogas, odio, rencor, despecho o ira”, comentó Jiménez.
En Quiché, en el 2015, se reportaron tres casos de parricidio, los cuales conmocionaron a pobladores y autoridades, por la saña con la que se cometieron.
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