Ailyn Rodríguez, gerente de Tacasa indicó: “Como parte de nuestro programa de responsabilidad social y empresarial nos satisface apoyar la construcción de las casas familias que las necesitan, porque para nosotros significa brindarles una herramienta para que tengan nuevas oportunidades de vida”.
Rodríguez agregó que el proyecto, que tuvo un costo de Q234 mil, consiste en la construcción de 20 viviendas de madera rústica, de tres metros de ancho por seis de largo, cada una.
Gregorio Saavedra, representante de la fundación Techo, indicó que el objetivo del proyecto es brindar un nuevo o mejorado inmueble a las personas que viven en champas, o en el peor de los casos, en la calle.
Saavedra agregó que Tacasa, además de realizar aportes económicos, apoya con voluntarios, quienes realizan un estudio socioeconómico para seleccionar a las familias que serán favorecidas.
Los seleccionados hacen un mínimo aporte y en ocasiones se unen al voluntariado para construir las viviendas en la brevedad posible.
José Inés Donis, uno de los beneficiados comentó: “Estoy agradecido con Dios y con estos jóvenes que nos vinieron a apoyar con la construcción de las casitas de madera, pues he trabajado duro pero no hubiera podido hacer una bonita vivienda como la que me entregaron, porque soy padre de 10 hijos y tengo 27 nietos y toda mi vida he trabajado como agricultor, pero a veces me toca que ir a las fincas donde me pagan Q40 diarios”.