La sentenciada es Vilma Aidé Rosales Huezo, tía de Zúñiga, quien pasará 20 años privada de libertad por haberle causado 40 lesiones y otras agresiones a su sobrino.
Miguel Canastuj, juez del Tribunal Segundo de Sentencia Penal de Quetzaltenango, resaltó que durante el juicio se comprobó un evidente maltrato infantil contra el niño, cuya causa de muerte fue edema cerebral y trauma de cráneo.
“La hermana del niño confirmó las agresiones que sufría la víctima. Consideramos que la niña no tenía ninguna intención de mentir para perjudicar a su tía; además, con el examen médico del Inacif se comprobó que el maltrato contribuyó para que el menor muriera”, manifestó el juzgador.
El niño José Ovidio Zúñiga Rosales falleció el 29 de mayo de 2015, pero de acuerdo con la investigación del Ministerio Público (MP), días antes había tenido un accidente al haber caído de una bicicleta y no recibió atención médica, ya que la sentenciada no lo llevó a un centro asistencial.
Según los resultados de los exámenes forenses, la víctima sufrió quemaduras en manos y genitales; además, padecía un alto grado de desnutrición crónica.
Huérfanos
Los hermanos Zúñiga Rosales quedaron huérfanos de padre y madre, por lo que fueron ingresados a un hogar temporal del Estado, en Zacapa. El 9 de abril de 2015 fueron entregados a la condenada, quien es su única familiar y los llevó a Olintepeque, donde ocurrió el abuso.
Durante la declaración, la acusada hizo énfasis en que el niño sufrió un accidente en bicicleta, lo que le ocasionó el golpe en la cabeza. Afirmó que no lo llevó a un médico y decidió curarlo con remedios caseros.
También argumentó que ella no podía hacerse cargo de los dos hermanos, porque no tenía dinero y debía cuidar a sus hijos.
José Chaclán, agente fiscal del MP, indicó que por que por su corta edad, el menor no podía ir solo al sanitario, lo que molestaba a Rosales, quien lo agredía.
Nueve testigos
Para comprobar los hechos, la fiscalía presentó el relato de nueve testigos, entre ellos la declaración de Carlos López, alcalde auxiliar, a quien Rosales le solicitó que hiciera el acta de defunción del niño, a lo que López no accedió al percatarse de las heridas que tenía el cadáver.
Vilma Aidé Rosales pasará 15 años en prisión por homicidio y cinco por maltrato a menores de edad. La fiscalía había solicitado una condena de 50 años por asesinato, pero los jueces consideraron que Rosales no tenía la intención de matar al niño cuando lo golpeaba.