SALUD Y

Qué es el perdón y cómo se relaciona con el agradecimiento

Al integrarse en la vida diaria, ambas reacciones potencian la sanación emocional e incluso física, promoviendo un bienestar profundo.

En medida que fluye el perdón no solo nos liberamos del resentimiento, sino también le damos paso a mejorar nuestra relación con el mundo. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

En medida que fluye el perdón no solo nos liberamos del resentimiento, sino también le damos paso a mejorar nuestra relación con el mundo. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

El perdón es un experiencia que por más común que resulte -lamentablemente, en consecuencia de alguna herida provocada-, también es un concepto complejo y con muchas aristas. El mismo se encuentra vinculado con situaciones humanas de dolor, empatía, y sanación.

Lejos de ser un simple acto de renunciar a un agravio, el perdón implica un proceso que afecta no solo la relación con los demás, sino también la relación con uno mismo. Es por ello que perdonar se relaciona no solo con la salud mental y emocional, sino también con la espiritual.

En su artículo Forgiveness: Definitions, Perspectives, Contexts and Correlates (El perdón: definiciones, perspectivas, contextos y correlatos), el autor Kochakadan Joy Lijo argumenta que el perdón, tanto en su evitación como en su aceptación, tiene impactos significativos en nuestra vida.

Por ejemplo, cuando no perdonamos brotan emociones tales como resentimiento, amargura, odio, hostilidad, ira residual y miedo. Estas no solo afectan el bienestar propio, sino también dañan nuestras relaciones y capacidad de interactuar de manera saludable.

Lijo subraya que el perdón puede darse en tres contextos distintos: perdonar a otra persona, perdonarse a uno mismo y perdonar una situación o circunstancia.

El perdón hacia otra persona es quizás el eje más discutido y se refiere a las dinámicas que surgen cuando una relación se ve afectada por una transgresión verbal, conductual, emocional o percibida. En este aspecto, el perdón puede ayudar a reparar y fortalecer los lazos dañados, promoviendo la comprensión y la empatía mutua.

Por otro lado, las intervenciones dirigidas al auto-perdón tienen como objetivo ayudar a las personas a analizar los eventos sin sesgos, aceptar el papel de lo ocurrido interna y externamente, y liberar los sentimientos difíciles sin comprometer el bienestar personal y psicológico.

Qué aprendemos del perdón

Como señala el psiquiatra Ricardo López, presidente de la Asociación Psiquiátrica de Guatemala, el perdón está íntimamente ligado a la habilidad de internalizar y comprender las heridas del pasado, proceso que puede empezar desde una edad temprana cuando nos percatamos de experiencias como la empatía y el dolor.

Para el doctor, la importancia del perdón radica no solo en la capacidad de dejar atrás el dolor, sino en la oportunidad que brinda para una introspección profunda y una redefinición de nuestras experiencias.

“No se trata solamente de perdonar, sino de procesar ese malestar”, agrega el psiquiatra. Este enfoque nos permite transformar el malestar en una oportunidad para el crecimiento emocional y la paz interior, señala.

La ira, el resentimiento y el odio son emociones que suelen acompañar las heridas que pueden llevar a que alguien considere el perdón. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Perdonar no implica la eliminación total del malestar. Ante ello, el psiquiatra enfatiza: “Que a mí alguien me haya herido no significa que yo no vaya a recordar que esa persona o incluso que esta sociedad me ha provocado en alguna extensión bastante daño”.

López agrega el hecho de que “no perdonar no significa que vayamos a ser una persona resentida el resto de nuestras vidas”. En lugar de eso, sugiere integrar conceptos de límites y evitar perpetuar la cultura del silencio que puede surgir cuando no podemos perdonar.

Identificar la gratitud desde el perdón

El perdón es una práctica transformadora que va más allá de la reconciliación con los demás. Por su parte, la hermana Hansa, maestra de Raja Yoga de la Organización Espiritual Mundial Brahma Kumaris, subraya la importancia de este gesto para garantizar la calidad humana.

Desde su visión, la existencia está asociada a las relaciones, y es a través de estas conexiones que los individuos encuentran propósito y pertenencia. Para ella, el perdón es una "medicina que nutre y alimenta la vida humana", un componente crucial para mantener la armonía en nuestras interacciones diarias y evitar el fracaso de las relaciones.

De acuerdo con Hansa, el proceso de perdón comienza con uno mismo y requiere un profundo autoanálisis. En este sentido, aconseja realizar un ejercicio de revisión personal, recomendando "hacer una lista de los últimos seis meses" de comportamientos, para revisar un proceso de sanación interna a través del perdón.

El poder del perdón, según la Hermana Hansa, se evidencia en la capacidad de transformación no solo las relaciones interpersonales, sino también la conexión espiritual y el bienestar emocional de quienes lo practican.

Al perdonar, se crea un entorno de "aceptación y amor" que facilita la sanación y permite vivir con mayor compasión y generosidad.

Hansa también autora de libros, sugiere que el perdón debe integrarse en nuestra rutina diaria. Este hábito no solo promueve la paz interior, sino que también refuerza la conexión con lo divino.

Fomentar el perdón, cuando es consensuado puede inspirar a la mejora de otras relaciones. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Al iniciar el día o antes de dormir, repetir afirmaciones como "por favor perdóname" fortalece nuestra capacidad de perdonar y ser perdonados, promoviendo una actitud más abierta y amorosa hacia los demás.

Estas son algunas recomendaciones de la hermana Hansa para conectar con el agradecimiento en presente:

  • Realizar un análisis de nuestro comportamiento. A partir de allí reflexionamos sobre lo que hemos hecho en el último año, mes o semana, prestando atención a los momentos más pacíficos. En estos momentos identificamos cómo nos han afectado las actividades.
  • Reconocer que cada quien puede concebir lo divino según su propia perspectiva. Escribir lo que se considere importante, siendo honesto y valiente en el proceso.
  • Hacer una respiración profunda. Al entrar en la fase de realización, se inhala paz y se libera tensión. Se plantea un esfuerzo por ser valiente, con el objetivo de convertirse en una persona madura y sensata.
  • Realizar movimientos suaves con los hombros y manos, así como elegir una visualización que resulte reconfortante. Se puede pensar en el océano, sintiendo cómo si los pies tocaran el agua. Esta visualización ayuda a sentir la grandeza e inmensidad, permitiendo agradecer y reflexionar sobre lo que se quiere lograr.

El psiquiatra Ricardo López también profundiza en la interrelación entre el perdón y el agradecimiento. Según apunta, el perdón implica un reconocimiento y apreciación de los aspectos positivos en nuestras vidas, incluyendo los actos de bondad recibidos. Este enfoque permite no solo una mejor relación con uno mismo, sino también una mayor conexión con la sociedad.

López reflexiona sobre el valor de agradecer incluso por las experiencias menos agradables, argumentando que esto nos ayuda a estar presentes y a reducir el impacto emocional de nuestras defensas.

Experimentar emociones como el odio es una forma de procesamiento que, aunque dolorosa, es necesaria para entender el perdón y la gratitud en su totalidad. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Incluir la compasión hacia uno mismo y hacia los demás en estas prácticas facilita el proceso de perdón, promoviendo un crecimiento personal y una autorrealización más profunda.

Según López, es esencial ser realistas y comprender que las emociones negativas no son inherentemente malas, sino que forman parte del espectro emocional que necesitamos procesar para aprender de nuestro sufrimiento.

El psiquiatra ejemplifica que experimentar emociones como el odio es una forma de procesamiento que, aunque dolorosa, es necesaria para entender el perdón y la gratitud en su totalidad.

Esta experiencia emocional nos permite encontrar un significado más amplio a estos conceptos, conduciéndonos hacia vidas más equilibradas. De esa cuenta, el perdón y el agradecimiento van revelándose como prácticas interconectadas que, al ser cultivadas, nos guían hacia una existencia más consciente, señala el médico.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.