En esa localidad existen varias leyendas sobre la aparente indestructibilidad del puente, una de estas es que el diablo lo construyó en una noche.
El escritor César Morales comentó que el secreto para que el puente haya perdurado es que durante el siglo XVI existieron excelentes ingenieros que estudiaban en forma meticulosa cada detalle del trabajo por realizar.
Por ello, según Morales, las bases de los pilares que sostienen el puente tienen forma de diamante y cumplen dos funciones: soportar y romper el impulso de las correntadas y, al enderezar el cauce, evita que lo que arrastra la corriente, como árboles y otros objetos, choquen contra la estructura.
El poblador Roberto Sánchez criticó que cada 17 de febrero las autoridades llegan a celebrar el aniversario del puente, pero no se preocupan por remozarlo.