En entrevista con Prensa Libre y Guatevisión, Castillo precisa para cuándo se espera lo peor, quiénes se beneficiarán de la ayuda por la emergencia, y niega que exista un distanciamiento con el presidente Alejandro Giammattei.
Desde que se implementan las restricciones, ¿cómo evalúa los resultados?
Estamos de verdad muy complacidos de la forma en que se ha ido manejando. Basta con ver qué está ocurriendo en otros países. Creemos que las decisiones que se han tomado desde la Presidencia por el Dr. Giammattei y todos los equipos de trabajo, pues, al día de hoy, han sido de resultados positivos.
Si bien es cierto que tenemos más de 150 casos de personas contagiadas, se ha hecho lo mejor posible para aislarlos, para mantenerlos en cuarentena.
Hasta el día de ayer, cinco muertos. Nos preocupa mucho los fallecimientos que se han tenido, pero son de los casos que ha sido imposible poder resolver.
En otros países, ustedes han visto, ya van más de 125 mil personas que mueren en el mundo y eso, creemos, que con lo que se ha definido hasta hoy nos hemos adelantado.
Han visto al presidente la preocupación que ha tenido por acondicionar hospitales, el Parque de la Industria, Petén, en donde andaba hoy, Quetzaltenango, en el área de Zacapa, donde también ya se está teniendo esa posibilidad de contar con la infraestructura.
Nos estamos adelantando a algo que pueda venir. No podemos determinar realmente cuántos casos son, pero creemos que serán los menores tomando en cuenta las decisiones que se han sabido llevar hasta el día de hoy para evitar contagios mayores.
¿Hasta dónde está el Gobierno dispuesto a llegar en el escenario actual?
Lo que más está preocupando a muchas personas es, primero, el encierro, y luego, que se ha detenido en parte la actividad económica. Habrán visto que en otros países el toque de queda es de 24 horas.
Creemos que como se ha manejado la situación permite que algunas actividades económicas puedan funcionar, el tema agrícola, abastecimiento de mercados, farmacias, telefónicas, servicio de aguas, es decir, lo que realmente le permita a la población tener los servicios básicos.
Lo que sí estamos claros es que hoy no es un tema ni de regalías, ni de ganancias, sino que de vidas, en consecuencia, el Gobierno tendrá que llegar hasta el límite de lo que permita que las personas eviten el contagio y que se pueda dar una situación mucho más complicada. Hasta entonces se podrá evaluar de qué formas se comienza a flexibilizar ya las medidas que se han tenido para que podamos volver a la normalidad.
Estamos convencidos de que eso vendrá ya en las próximas semanas, siempre y cuando se sigan adoptando medidas que tendrán que mantenerse por varios meses como, por ejemplo, el uso de la mascarilla.
Usar mascarilla, lavarse las manos, usar gel, y mantener la distancia social permitirá que no haya contagios y que eso logre que volvamos un poco más a la normalidad. Cuándo va a ser eso es parte de lo que se evalúa todos los días.
¿Se contempla algún escenario en donde habría que endurecer todavía más las restricciones?
Yo quiero pensar que no. Yo creo, por la información que tenemos del Ministerio de Salud, que estas semanas que han pasado y la que viene serán algunos de los picos.
Mayo podría ser un mes con muchas más víctimas de contagio, y eso es lo que nos permitiría tomar algunas de las decisiones de hasta dónde podemos prolongar las medidas que se han sostenido.
Pero reitero, lo que más nos preocupa en este momento es la salud de las personas y en eso nos tenemos que enfocar.
¿Cómo nos ve en junio, julio y agosto?
Muchos países ya están definiendo para esa época la apertura de sus actividades económicas y de la vida normal. Si nosotros seguimos con los resultados que hasta el día de hoy se han obtenido, creemos que para esos meses podríamos estar ya teniendo mucha más tranquilidad, no solo por los contagios, sino también en volver a la vida normal de las personas.
Quisiéramos pensar que después del mes de junio ya mucho estará en las condiciones en las que todos queremos.
Es un gran país, con gente formidable que lo que está esperando son oportunidades, pero hoy es la salud en particular y luego veremos qué viene con la recuperación económica y la vuelta a todas las acciones normales de los guatemaltecos.
¿Lo peor ya pasó? ¿Cuándo lo esperamos?
Todas las semanas que han venido atrás han servido para poder aislar lo más que se pueda el virus, para evitar contagios.
El presidente lo dijo, esperamos quizá en una o en la siguiente semana un brote mayor, quizá en mayo podría darse algo también, pero están en los casos de encuarentenados, es decir, no son de las personas que andan por la calle sin saber si están o no contagiadas, sino que son los que se tienen en cuarentena, y de ahí poderlos tener bajo un control más estricto en la recuperación de su salud.
Suena como que entonces no esperan muchos casos comunitarios.
Comunitarios, no. Quisiéramos pensar que comunitarios no hay, por el momento. Solo el de Patzún, nada más, así que nosotros queremos tener de verdad la certeza, la fe en Dios de que no se va a dar en esas cantidades de muchos lugares en donde haya tantas personas contaminadas.
Estamos de verdad confiando en que las medidas adoptadas van a dar resultados positivos.
¿Cómo van a dar asistencia a los afectados?
Tenemos a varios ministerios que han estado involucrados ya en este proceso. El Mides, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Economía, el de Agricultura y el de Trabajo, que serán los más involucrados en el otorgamiento de esta asistencia.
Estamos también apoyándonos con alguna información que nos están dando los alcaldes, que son los que tienen mucho contacto con la población. Lo que es importante mencionar es que va a resultar un crimen que la ayuda se esté viendo de forma clientelar; por supuesto, no lo queremos así.
Estamos haciendo el mejor esfuerzo para que los listados a los que se tendrá que llegar la ayuda sea de las personas que más lo necesitan.
Ustedes lo saben, ya el presidente anunció todo el paquete de medidas económicas, son más o menos dos millones de personas, de familias, que estarán recibiendo por tres meses Q1mil, ya se empezó a apoyar por Q1 mil también a la economía informal.
Estamos incluyendo a más de 8 mil 500 adultos mayores con el estipendio que se les está dando mensualmente. Vamos a poner a disposición, ya solo se están definiendo los requisitos, una muy buena cantidad de dinero, para la reactivación de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Es decir, son más de Q22 mil millones que se estarán aportando a todo lo que es paliar en parte la situación económica complicada que están viviendo muchas personas por las decisiones tomadas y que permitirán luego ir a la reactivación económica.
Necesitamos inyectar economía y por eso es que el dinero está llegando en efectivo a las familias para que podamos mover un poco más las necesidades que tienen.
¿No cree que hay riesgos de que los alcaldes pongan a sus cercanos como beneficiarios? Hay varios antecedentes de eso.
Ya lo hablamos a través de Anam y de cada uno de los alcaldes. Sería intolerable que estuviéramos dando a través de ellos recursos a los que nos apoyaron en campaña y que no tienen necesidades. Nuestro pedido a las autoridades es que los recursos se destinen a quienes lo necesiten.
¿Exactamente a quiénes se van a incluir? Vimos estos días vendedores informales pidiendo inclusión…
Esto —recursos— va mucho a economía informal; estos recursos van para ellos. Obviamente, como no existe una verdadera base de datos en donde estén incluidos todos, lo que estamos pidiendo es que las personas que no estén recibiendo por el momento ese dinero, es en el Ministerio de Desarrollo donde se están tomando unos datos para ver de qué forma se les puede ayudar.
Estamos complacidísimos con la ayuda que hemos recibido del sector privado para poder poner a disposición de 200 mil familias esas cajas de alimento que ya se están repartiendo, van más de 60 mil cajas entregadas.
En el Domo de la zona 13 los voluntarios están trabajando fuertemente para poder tener cada día el número de cajas que se están yendo a entregar a las familias. Eso nos ayuda mucho porque los alimentos que hay en ella permiten que las personas puedan mantenerse por algunas semanas con el alimento necesario.
¿Cuáles son esos criterios que el Mides evalúa a la hora de entrevistar a las personas que piden ser incluidas?
En este momento, que no estén trabajando. Recuerden que la economía informal ha alcanzado niveles fuertes y lo que pretendemos es que quienes viven del día a día pero que su actividad económica está por el momento detenida, puedan ser los beneficiarios de estos recursos.
El ministro Romero está muy enfocado en eso, y reitero más allá de las acciones clientelares, lo que pretendemos es que sean efectivamente las ayudas a los necesitados.
Usted ha sido parte de la Cámara de Comercio. ¿Cómo cree que está golpeando esta crisis a los comerciantes?
Sin duda, fuertemente. Muchos de los sectores que tienen que ver con turismo, con los servicios, con transporte y con comercio pequeño, son los que más se han visto afectados.
¿Más que a los industriales?
Hay mucha industria que está trabajando, toda la industria alimentaria. Recuérdese que los supermercados están abiertos, y ellos tienen que recibir todo lo que es exportaciones, importaciones están trabajando, todo el agro prácticamente está trabajando, las farmacias, los restaurantes que pueden dar servicio a domicilio están trabajando.
Obviamente han bajado mucho de cuando dan servicio en mesas, pero ellos están comprendiendo que no podemos abrir en este momento la vida normal, porque más allá de réditos y de ganancias es un tema de salud. Superemos el problema de salud y veremos más adelante cómo podemos seguir apoyándolos para que la situación económica del país vuelva otra vez a su normalidad.
Estos programas y restricciones, ¿cómo deciden todas estas cosas? ¿Es entre usted y el presidente, o solo el presidente, o con otros funcionarios? ¿Cómo es?
Este es un país formidable, con gente de primer nivel y tenemos un equipo de funcionarios que está haciendo su mejor esfuerzo. Ustedes pueden ver a los ministros de Salud, Defensa, canciller, a los demás ministros involucrados en el qué hacer y atención de este problema.
El presidente tiene por fortuna y para dicha de este país que es médico y cirujano y comprende perfectamente cuáles son las decisiones que se tienen que tomar para resolver este problema de la epidemia.
Nosotros tenemos un comité de crisis integrado por varios ministros y otros funcionarios que tienen que ver con esta situación.
Estamos evaluando los problemas todos los días, pero nos estamos reuniendo cada 48 horas para ver los avances, qué está ocurriendo y toda esta información es la que le ha servido al presidente Giammattei para que se tomen las medidas que deben adoptarse cada semana.
En consecuencia, muchas de las decisiones las toma el presidente, pero obviamente con la asesoría de los equipos involucrados en la atención del problema.
Ahora no se le ha visto muy cercano al mandatario. ¿Han tenido lapsos de disenso o desacuerdos?
No, en absoluto. Con el presidente Giammattei tenemos una magnífica comunicación. Son varias cosas las que ocurren. Por ejemplo, el presidente hoy estaba en Petén, y en primer lugar nosotros no podemos ir en el mismo avión, en el mismo helicóptero, en el mismo vehículo, por cuestiones de seguridad, y luego de eso a mí me toca quedarme atendiendo algunos temas acá.
Nos han pedido a veces también algunas personas que tienen la experiencia en esto, que no andemos muy juntos en este problema de la epidemia porque tenemos que cuidar ambos nuestra integridad y nuestra seguridad de no contaminación. Entonces, esa es la razón por la que en algún momento no me ven con el presidente muy cercano.
Ahora, nuestra relación es magnífica. Creo que es una percepción. La relación con el presidente es muy buena y cada quien está metido en sus actividades.
Yo por ejemplo mañana tengo Gabinete Económico, el jueves tengo Gabinete de Desarrollo Social, y el presidente tampoco está ahí, en algunas actividades sí participa, está muy interesado en las reuniones que se tienen, pero cada quien con sus actividades. Entonces, la relación es de primer nivel.
Se ha visto un Centro de Gobierno en un rol muy protagónico, incluso pareciera ser a veces que un poco más que la Vicepresidencia. ¿Por qué cree que existe esta percepción y cómo ve la Vicepresidencia esa instancia?
El Centro de Gobierno tiene funciones muy específicas, que es dar seguimiento a las instrucciones del presidente. En nada riñen con las funciones de la Vicepresidencia y el rol que constitucional y ordinariamente tiene asignados.
Yo les diría no es que sea muy protagónico, lo que está haciendo es apoyar al presidente en estos temas, por ejemplo, lo de los hospitales provisionales, el tema de la repartición de alimentos, pero el Centro de Gobierno no dirige el Gabinete Económico, ni la autoridad migratoria, ni seguridad alimentaria.
Creo que tal vez es una percepción. Debo indicar que están haciendo un buen trabajo y ayudando al presidente en lo que él específicamente pide que se concentre.
¿Qué opina de las comparaciones de que el Centro de Gobierno es como el Consejo de Cohesión Social en el gobierno de la UNE?
En absoluto, nada que ver. Este es un equipo que está trabajando y haciendo muy bien sus funciones.
Por momentos se ve al presidente molesto con la prensa, ¿qué cree que es lo que le molesta a él y cómo propiciar la apertura a la prensa?
Yo creo que para nada es un interés ni del presidente ni del gobierno mantener un distanciamiento con los medios de comunicación, en absoluto. Yo lo que quisiera pedirles es que comprendan lo que significa para un presidente estar atendiendo una emergencia sanitaria del tamaño que se nos dejó venir.
No la esperábamos, seguimos operando con el mismo presidente del 2019, ni siquiera hay recursos, hemos tenido que ir a pelear al Congreso todas estas asignaciones que nos permitan atender en parte la crisis, es decir, es una serie de situaciones que el presidente las ha manejado muy bien.
Todas las conferencias, todas las cadenas nacionales que se han venido dando han servido para que el presidente informe. Ustedes lo han visto prácticamente todos los días.
Él está dando la información, pero mi petición a los medios es que no se piense que se tiene un distanciamiento, yo creo que el presidente está en este momento muy concentrado en la atención de la epidemia, y tendrá que tener los espacios para poderse comunicar con ustedes en el momento oportuno.
¿Cuáles son las preocupaciones en cuanto a violencia intrafamiliar en estos tiempos de cuarentena?
Estamos atendiendo un problema serio no solo a nivel de país sino a nivel mundial, que tiene que ver con el covid-19, esto nos ha obligado a tomar una serie de decisiones que inicialmente van enfocadas a preservar no solo la salud, sino la vida de los habitantes que sean contagiados.
Pero ahí va implicado que se tengan que adoptar otras medidas que tienen que ver con aspectos económicos y también con la movilización de las personas, el confinamiento, que estén encerrados, como comúnmente se dice, para que evitemos el contagio. Esto genera otras consecuencias.
En Guatemala la violencia intrafamiliar es un tema que debe ser abordado siempre porque hay muchas denuncias y muchos casos de ellos, especialmente la violencia intrafamiliar en todas las formas, económica, sexual, laboral, la violencia que se ejerce en contra de padres, de los hijos y quienes son más vulnerables.
Estamos preocupados por ellos porque si bien es cierto en algunos momentos se puede decir que bajaron las denuncias, pero ello se debe a que tanto la víctima como el victimario viven en el mismo lugar, no están pudiendo salir las víctimas a presentar las denuncias, -por- el tema del toque de queda, el problema de transporte, pero nosotros sí estamos recibiendo algún tipo de denuncias, algunas anónimas, que nos ha obligado y que fue lo que hizo que el presidente lo mencionara en la cadena nacional del domingo.
Estamos en este momento iniciando una campaña de medios que tiene dos propósitos: primero evitar más casos de violencia, que haya una especie de prevención a los victimarios para que no continúen con esas prácticas detestables. La violencia es intolerable, en consecuencia, debemos nosotros concientizar para que no se dé esa situación. Y a las víctimas motivándolas a la denuncia, que es una herramienta fundamental para poderlas atender.
El Estado en todas sus instituciones está dispuesto a apoyar, pero si no recibimos la denuncia es muy complicado. El peor enemigo de las víctimas es el silencio, y en consecuencia debemos romper con esos ciclos.
La violencia es una conducta que por imitación se aprende, y nos preocupa que en estos casos de confinamiento o cuando las personas están en sus hogares estén demostrándole a sus hijos cómo es que se ejerce la violencia, y eso es intolerable, así que vamos a iniciar las acciones que sean necesarias.
¿Qué tipo de violencia es la más recurrente?
El Estado está obligado a atender a hombres, mujeres, menores, adultos mayores y por igual se tienen que llevar los casos correspondientes. Ahora bien, son obviamente mujeres y niños los que han violencia son objeto.
Esos son los casos en los que tanto el Ministerio Público, la Procuraduría General de la Nación, la Secretaría contra la Violencia Sexual y Trata de Personas, son las que más denuncias reciben en este caso.
Hoy hablamos con la Policía Nacional Civil, quien nos está dando algunos datos, en consecuencia, son los grupos de mujeres y los menores los que más expuestos están a la violencia.
¿Tiene responsabilidad los agentes de la PNC de tomar directamente las denuncias, por ejemplo, si alguien ve una autopatrulla se puede acercar?
En eso estamos trabajando. De hecho, la Policía recibe denuncias al 110. Es un número telefónico que nosotros estamos pidiéndole a la población que tenga claro para poder presentar las denuncias correspondientes.
En el caso del Ministerio Público es el 1572. Ellos directamente están facultados para recibir denuncias y poder actuar. Recuerden que la Policía en acto flagrante debe intervenir cuando sea testigo o tenga conocimiento de que se está cometiendo un hecho delictivo y en particular de esto que para nosotros resulta un crimen.
Atentar o afectar la integridad y la vida que llega a esos extremos de menores, de mujeres en particular, no puede ser permitido.