El balance de fuerzas no favoreció a los diputados aliados al Ejecutivo y, finalmente, el estado de calamidad finalmente no fue aprobado. Ello demostró, por un lado, cómo se fragmentó la alianza oficialista, ya que hubo un grupo de legisladores que se deslindó y votó junto con los diputados de oposición a favor de improbar el decreto.
No obstante, hubo quienes solicitaron a gritos su aprobación, argumentando que si se improbaba podría haber un desabastecimiento de insumos en los hospitales para atender la crisis sanitaria y ello derivaría en muertes de la población.
Estos argumentos no fueron sustentados por sus promotores y ello derivó que no se ratificara el estado de calamidad. De tal cuenta, quedaron sin vigencia varias medidas, entre ellas la disposición que autorizaba al MSPAS a realizar compras por excepción, esquivando los procedimientos de una cotización o licitación.
Previo a que se improbara el estado de calamidad, se publicaron en el portal de Guatecompras 199 concursos bajo la modalidad de excepción, los cuales se prescindieron o fueron declarados desiertos.
De momento, todas las compras que realice el MSPAS y el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social deben respetar los procedimientos establecidos en la Ley de Contrataciones del Estado de acuerdo con el monto involucrado.
¿DE DÓNDE SALIÓ LA INFORMACIÓN?
El pasado 23 de agosto, mientras se discutía la no aprobación del estado de calamidad en el pleno del Congreso de la República, la diputada Shirley Rivera, del partido Vamos, aseguró que el improbar el decreto no permitiría que los hospitales se abastecieran de medicinas para tratar a los hospitales. “Solamente quiero que todos estemos conscientes que si improbamos el estado de calamidad le estamos negando el derecho de comprar medicinas a la población. Todo aquel que impruebe el estado de calamidad está a favor que no haya medicamentos en los hospitales. Así que, por favor, compañeros diputados, no se dejen engañar porque aquí se está haciendo creer que el estado de calamidad es algo malo, y si lo improbamos se van a llenar manos de sangre porque no se van a poder adquirir medicamentos”, aseguró la congresista a gritos.
¿CUÁL ES EL CONTEXTO?
El estado de calamidad finalmente fue improbado con 103 votos y entre los argumentos de los congresistas estaba el hecho que, durante el año pasado, mientras estuvieron vigentes medidas excepcionales que permitían agilizar procesos de compra, no se abasteció de forma oportuna los hospitales ni hubo un manejo adecuado de la pandemia. Incluso, algunos congresistas que han sido aliados al oficialismo se opusieron a la propuesta del gobierno de aprobar un nuevo estado de calamidad. “Este Estado de Calamidad no tiene nada que ver con combatir la pandemia. El verdadero objetivo es que todas las dependencias del Estado puedan hacer compras por excepción sin utilizar la Ley de Contrataciones. Por eso es que insisten que sigue ilegalmente vigente por 30 días”, expresó Álvaro Arzú, del partido Unionista, previo a que se improbara el decreto. Carmen Salguero, directora de salud de Fundesa, considera que uno de los problemas que hay en el sistema de salud es que no existe en la Ley de Contrataciones del Estado (LCE) un apartado para compras de medicinas. “El problema de esta crisis sin precedentes es que no existe, ni existió antes de la pandemia, un sistema de compras nacional que esté diseñado para poder comprar medicamentos. Los mismos procedimientos tiene la ley de adquisiciones del Estado para construcción de carreteras que para medicinas”, dice Salguero. Si se reformara la ley, podría haber mejores resultados, apunta.
Verificamos por usted: ¿No se podrá comprar medicamentos por falta de estado de Calamidad?
Falso
Información falsa de fuentes que no son confiables
En principio, se debe advertir que un estado de calamidad no es garantía de que los hospitales públicos estén abastecidos de medicamentos e insumos hospitalarios. Ello se evidencia en las supervisiones que la Defensoría de la Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) realizó entre marzo y octubre del 2020, mientras estuvo vigente el estado de calamidad que se promulgó en el decretó 5-2020 y que se prorrogó cinco veces. En dicho período se constató que, en el caso de los hospitales temporales, que trataban exclusivamente a pacientes con covid-19, ninguno alcanzó el 100 por ciento de abastecimiento en medicamentos. El que tenía el porcentaje más alto era el de Quetzaltenango, con 90 por ciento; Zacapa, 80 por ciento; Petén, 75 por ciento y el Parque de la Industria, con 61 por ciento. En el caso de material médico quirúrgico, el promedio de abastecimiento en los cinco hospitales era del 63 por ciento y el Parque de la Industria reportaba el nivel más bajo, con 49 por ciento. Todo esto sucedió mientras estuvo vigente el estado de calamidad que permitía realizar compras esquivando los procesos establecidos en la Ley de Contrataciones del Estado (LCE). Sin embargo, no se logró de forma oportuna un aprovisionamiento de medicinas e insumos. Aunado a ello, hay diversas modalidades de adquisiciones que establece la LCE que permiten abastecerse de insumos de forma ágil, dice Irene Flores, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN). La compra directa, por ejemplo, permite realizar adjudicaciones menores a Q90 mil esquivando requisitos de una cotización y licitación. En se sentido, se debe considerar que el sector salud, específicamente el MSPAS y el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, acaparan hasta el 81 por ciento de compras directas que hace el Estado, según datos del CIEN de 2018. Otra modalidad es la subasta electrónica inversa. En esta modalidad las empresas pujan de forma electrónica sus ofertas en un plazo preestablecido, tomando como base un precio de referencia proporcionado por el Instituto Nacional de Estadística que será de conocimiento público y servirá como techo de partida. Según expertos en contrataciones públicas, esto permitiría adquirir insumos y medicinas a bajo precio y hasta en una temporalidad de dos semanas. De tal cuenta, se concluye que el estado de calamidad no garantiza adquisiciones más ágiles y, por otro lado, hay otras modalidades de adquisiciones que se pueden hacer sin esquivar la LCE.