La ministra del ramo, Norma Quixtán, afirmó que se busca que la bolsa de asistencia se utilice solo en momentos de desastre o en casos como la sequía prolongada que afecta el corredor seco.
El fin, agregó, es hacer más efectiva la asistencia contra la pobreza, y evitar la politización de la Bolsa, que seguramente cambiará de nombre con la administración entrante.
En los últimos años se evidenciaron varias señales de politización. Por ejemplo, la foto de diputados o candidatos del Partido Patriota en el interior de las bolsas, o la inscripción de interesados en sedes de organizaciones políticas.
Dicha sugerencia va acompañada de otra recomendación: ampliar la base de beneficiarios del Bono Seguro –transferencias monetarias condicionadas–.
Quixtán dijo que, tras conocerse que la pobreza y pobreza extrema se incrementaron en Guatemala, es necesaria la implementación de los programas sociales, pero con un mayor control.
Ejemplificó que se debe capacitar a todos los integrantes de la familia, y no solo a las mujeres, a ser productivos mediante una “pedagogía familiar”, es decir, que con el componente de productividad ya no sean dependientes del asistencialismo.
Con la integralidad de esa modalidad, Quixtán estima ver resultados en 15 o 20 años. Añadió que el valor de las transferencias condicionadas –Q300– no sería modificado.