En Venezuela se han registrado 123 hechos de intimidación contra periodistas. En Colombia hay 147 periodistas con protección debido a las amenazas y en otros países, como Guatemala, aún se espera la puesta en marcha de un programa de protección pendiente durante años.
En México la autocensura y los frentes noticiosos abandonados son aceptados como inevitables por el público y por los medios, y en Costa Rica y Guatemala han sido los avisadores quienes han buscado premiar o castigar a los medios según sus coberturas y puntos de vista. Pero para la SIP, el interés por intervenir en los contenidos editoriales también se manifiesta en Ecuador y en Panamá.
Especial preocupación para la SIP crea “la hostilidad” que ha manifestado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra la prensa: “Resulta inquietante observar como en ese país, en la cuna del periodismo libre, comienza a aparecer el hostigamiento, que suele ser la antesala de las amenazas y la violencia” .
En muchos otros países las amenazas llegan a la violencia. Se han registrado agresiones en Bolivia, Brasil, Cuba, México y Venezuela. En este último país, las agresiones han adquirido la forma de hackeos, mediante hackers contratados por el gobierno para interferir los contenidos.
Y en Venezuela, recuerda la entidad, hasta se ha llegado a negar las visas de los corresponsales internacionales, se ha cerrado a CNN en Español y nueve diarios han dejado de publicarse ante la falta de papel que controla la empresa estatal que monopoliza su venta.
En cuanto al acceso a la información pública se han registrado retrocesos en Canadá, Estados Unidos, Honduras, Nicaragua, Puerto Rico y Venezuela.
El progreso en las leyes de transparencia, que aseguraba el acceso de la prensa para mantener informado al público, “parece estar detenido, lo cual puede afectar la información que reciben los ciudadanos” en todo el continente, un hecho al que la SIP pide mantener especial atención.