Política

|

Suscriptores

Shirley Rivera, el futuro del oficialismo en el Congreso

Shirley Rivera ocupará a partir del próximo 14 de enero la presidencia del Congreso, pero el control del Legislativo, afirman algunos, lo tiene desde antes.

Por tercer año el Congreso es liderado por el bloque oficial, cuya presidenta es la diputada Shirley Rivera. Fotografía: Prensa Libre.

Por tercer año el Congreso es liderado por el bloque oficial, cuya presidenta es la diputada Shirley Rivera. Fotografía: Prensa Libre.

“Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan”, decía Shirley Rivera en su primer discurso como presidenta Electra del Congreso de la República.

Es la tercera mujer en ocupar la presidencia del Congreso. Al igual que su antecesor, Allan Rodríguez, es su primer periodo legislativo y, hasta ahora, había pasado inadvertida a lo largo de casi dos años.

Sin embargo, que no figure mediáticamente no la hace una diputada tímida o inexperta, por el contrario, en los círculos políticos la ven como la “verdadera operadora” de la alianza oficialista.

A la vista de trabajadores en el Congreso, “Rivera ha sido la reina”, atrás de Rodríguez en todas las negociaciones.

Pero esta cercanía con el todavía presidente del Congreso no es casualidad ni suerte política, fue el propio Rodríguez que la invitó a involucrarse en la política y, en su segundo intento, ambos lograron una curul, de ahí el resto es historia.

En su trabajo público, en casi dos años de la actual legislatura, la futura presidenta del Congreso solo ha presentado tres iniciativas de ley, una de ellas la ratificación del reciente Estado de Sitio en Izabal.

Los dos proyectos restantes, a criterio de expertos, son propuestas con tintes religiosos y conversadores que ya dan una pauta de la dirección que tendrá el Congreso con Rivera a la cabeza.

Shirley Rivera durante una de sus giras de trabajo este año con funcionarios del Mides en Mixco. (Foto Prensa Libre: Congreso)

Desconocida política

En el campo político existen decenas de actores nacionales que cada cuatro años compiten en las elecciones generales, otros han compartido puestos de poder dentro de la administración pública, sin embargo, de Rivera los políticos de más trayectoria no la conocían hasta que se hizo diputada.

Roberto Alejos, expresidente del Congreso y exconstituyente, recuerda que su primer acercamiento con Rivera fue en un foro político, en las pasadas elecciones generales; antes de eso no sabía de su existencia.

Alejos señala que, desde afuera del Congreso, se ve que Rivera es una pieza clave para la alianza oficialista, por toda la negociación política que le ha permitido “comodidad” al gobierno.

“Yo creo que esa articulación que existe actualmente en el Congreso es gracias a ella, por eso hay gente que opina que ella dirigía el Congreso y no Allan, lo que nos dice también que no habrá mucha variación en la forma de legislar (…) por estar en un año preelectoral ella tendrá como reto mantener esa mayoría tan cómoda”, dijo Alejos.

Lea también: Presupuesto de Salud del 2022 crece en monto, pero no en cobertura

Su origen

Mientras tanto, Rivera asegura que decidió participar en la política desde que se afilió al partido político Vamos, por una invitación de Allan Rodríguez.

“Mi inquietud de participar en la política surgió porque desde joven mis padres —Agrónomo y Trabajadora Social— trabajaban dando asesoría y acompañamiento a comunidades del interior del país y me inculcaron el servicio y apoyo al prójimo, y vi en la política el medio para facilitar e incidir por medio del servicio”, dijo Rivera.

Sin embargo, Vamos no fue el primer partido que abrió las puertas a Rivera. Su primer intento por llegar al Congreso, según registros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), fue la alianza Creo-Unionista, donde compitió en la segunda casilla por el distrito de Sololá. En la primera casilla iba Allan Rodríguez.

Diputados de Compromiso, Renovación y Orden (Creo), no recuerdan con precisión cómo fue que Rodríguez y Rivera llegaron al partido, aunque algunos especulan que fue a través de Roberto González.

¿Control de alcaldes?

El pasado 18 de octubre Rivera ganó la presidencia del Congreso para el periodo 2022-2023, desde entonces ha figurado con más cobertura mediática en actividades parlamentarias y del gobierno.

Desde antes, Rivera ya participaba en actividades ciudadanas, como entregas de alimentos en diferentes municipios del departamento de Guatemala.

Lea también: La oportunidad perdida de siete gobiernos para invertir en el desarrollo de Guatemala

De ahí su acercamiento con distintos sectores, entre ellos organizaciones de mujeres que coinciden en que Rivera es el brazo fuerte del oficialismo dentro del Congreso, a quien señalan de tener mayor poder que el propio Rodríguez por tener de su lado a varios alcaldes del departamento de Guatemala.

Lindsey Tillit, analista política y directora de Alas Mariposa, destacó que Rivera ha mantenido acercamientos estratégicos con alcaldes del departamento central en actividades oficiales, lo que le da una cuota más de poder a su favor.

“Ella les resuelve a los alcaldes del departamento de Guatemala, los alcaldes siempre necesitan de alguien en el Congreso; les resuelven dinero, problemas a nivel de municipios, proyectos que estén atascados con los Consejos de Desarrollo. Ella tiene más control y poder que Allan Rodríguez, porque ella articula, él era el rostro, pero quien le arreglaba las cosas era Rivera”, sentencia la experta.

Rivera asegura que tan solo mantiene buena relación con todos los sectores nacionales, donde se incluyen a colegas congresistas, poderes de Estado y hasta la sociedad civil.

“Hemos trabajado en conjunto con todos los diputados de las diferentes bancadas y mantengo buena relación con los tres poderes del estado, gobiernos locales, sociedad y otros actores con los que trabajamos en proyectos que contribuyen al desarrollo de nuestro país y el bien común de los ciudadanos”, refirió.

ESCRITO POR:

Douglas Cuevas

Periodista de Prensa Libre especializado en temas políticos y del sector justicia, con 15 años de experiencia en periodismo escrito, televisivo y radial.