El decreto 1-93, emitido por el presidente Jorge Serrano Elías, generaba el autogolpe de Estado denominado después Serranazo.
Con ese decreto se suspendieron las garantías que establece la Constitución de la República, entre ellas libertad de acción, allanamiento de morada con orden judicial, derecho de reunión y manifestación, libertad de emisión del pensamiento, legitimidad de resistencia, derecho a la huelga, así como los artículos relacionados con el Organismo Judicial, el Congreso de la República y la Corte de Constitucionalidad (CC).
Luego de una batalla jurídica, la CC dejó sin efecto las disposiciones y, como consecuencia de ello, Serrano Elías salió del poder.
El presidente Jimmy Morales, antes de viajar a Nueva York para participar en la Asamblea de las Naciones Unidas, autorizó la suspensión de garantías constitucionales, algunas similares a las adoptadas por Serrano Elías en mayo de 1993 y que lo llevaron a abandonar el país.
Ese autogolpe de Estado era un intento desesperado por minimizar la mala gestión de Serrano Elías, por lo que disolvió los poderes del Estado para intentar gobernar solo.