Además, dijo que EE. UU. debería dejar claro que los funcionarios guatemaltecos involucrados en actos de corrupción serán castigados de acuerdo con las leyes estadounidenses. Si el Departamento de Estado no hace eso, compartirá la complicidad en “el desenmarañamiento de años de inversión de ese país en la Cicig, la reforma judicial y la aplicación de la ley en Guatemala”.
El pronunciamiento de Leahy se dio a conocer unas horas después de que Mike Pompeo, secretario de Estado de EE. UU., le llamó a Jimmy Morales para expresarle su apoyo en una “nación soberana” y en la implementación de una “Cicig reformada”.
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En ese sentido, el senador dijo que quizá Pompeo estaba preocupado de qué pasaría con la cooperación con Guatemala si Morales es procesado por financiamiento ilícito y destituido de su cargo; sin embargo, “lo que realmente debería preocuparnos es qué pasará con la lucha contra la corrupción y el crimen organizado si el presidente Morales logra desmantelar a la Cicig”.
Advirtió de que si se materializa el desbaratamiento de la “institución anticorrupción más efectiva”, Guatemala perdería los avances logrados en los últimos años en el fortalecimiento del estado de Derecho, lo cual permitiría que los carteles de la droga y otras organizaciones delictivas crecieran sin control, lo que es particularmente alarmante con las elecciones nacionales en Guatemala programadas para el próximo año, expresó el senador.
“Reconociendo lo que está en juego, y en apoyo de los valientes guatemaltecos que defienden la Constitución y el estado de Derecho, no apoyaré el gasto de fondos de EE. UU. para la asistencia al Gobierno guatemalteco bajo la Alianza para la Prosperidad, incluidos los militares y fuerzas policiales, hasta que se resuelva satisfactoriamente el destino de la Cicig y el Comisionado Velásquez”, sentenció.
El senador hizo un llamado a Jimmy Morales para que reconsidere y revierta sus acciones, para el bien del pueblo guatemalteco, en interés de la justicia y “en nombre de las relaciones de Guatemala con Estados Unidos y su reputación internacional”.
“Es cada vez más evidente que este ataque a la Cicig es solo parte de un intento más amplio que se ha estado acelerando durante la mayor parte del año para destruir la independencia del Tribunal Constitucional, debilitar a la sociedad civil, intimidar a defensores de derechos humanos y periodistas, y socavar el estado de derecho Es un enfrentamiento existencial entre las fuerzas de la corrupción y la impunidad, y las incipientes instituciones judiciales de Guatemala”, advirtió el senador, quien también llamó a la comunidad internacional a que se pronuncie.
La congresista de origen guatemalteco Norma Torres también se unió en una carta enviada al secretario Pompeo a las críticas por su falta de condena a la situación que vive el país.
“Estoy alarmada por su falta de condena contra Jimmy Morales por sus ataques a la Cicig; los insto a que se pronuncien y que sus palabras vayan acompañadas de una fuerte respuesta política. Específicamente, les pido que retengan los fondos de EE. UU destinados al gobierno central, así como la aplicación de la Ley de Responsabilidad Global de Derechos Humanos (Magnitsky), para bloquear las visas de todas los funcionarios guatemaltecos involucrados en actos corruptos”, expresó Torres.
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