El jueves 12 de octubre, las autoridades indígenas se reunieron con el presidente del país, Alejandro Giammattei y miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Casa Presidencial. Sin embargo, no llegaron a ningún acuerdo para frenar la crisis política que vive el país.
Los manifestantes piden la renuncia de la fiscal general y jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras; del titular de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci), Rafael Curruchiche; y del juez Fredy Orellana; debido a señalamientos por acciones ilegales relacionadas al proceso electoral.
Este viernes 13 de octubre, el cantautor guatemalteco Ricardo Arjona compartió una carta con Prensa Libre en la que se pronunció sobre Guatemala e indicó que es su gente la que “dice” y que “la historia pondrá en su lugar a los ingratos”.
“La historia; que juega a las escondidas, disimula su apariencia para no dejarse ver. Utiliza su don de lo invisible para ser testigo eficaz de todo lo que pasa. No obstante, lo invisible, se asegura de todas maneras y se esconde en las esquinas, entre los árboles, detrás de los autos, en oficinas, escuelas, iglesias, postes de alumbrado eléctrico, se confunde con la bruma, se desliza por los tejados, se convierte en arbusto, en lámpara, cuaderno o bicicleta, y escribe todo lo que pasa con rigor minucioso para no dejar nada sin testimonio”, dijo Ricardo Arjona.
“Si algunos se enteraran de que la historia los observa, lo pensarían dos veces a la hora de ejecutar sus movimientos que no pretenden otra cosa que el beneficio propio. Lo que no saben es que la historia tarde o temprano los juzga y los pone en su lugar”, agregó el cantautor guatemalteco.
“En nuestra Guatemala, la historia, con su tinta fértil, ávida de acontecimientos y colores, supo escribir en rojo cuando le tocó y en triste, si es que existe ese color, cuando la infamia se apoderó de algunos que usaron de manera deliberada el poder que el pueblo les otorgó para su propio beneficio. Esta debilidad de carácter que bien podría llamarse ambición se convirtió en una enfermedad contagiosa, la historia bien lo sabe, que envenena incluso a algunos con buenas intenciones que sucumbieron ante la tentación y cayeron en las garras del poder a beneficio del mal y no de los demás”, añadió Arjona.
“Guatemala, acostumbrada al sufrimiento, aprendió a convertir la desdicha y el padecimiento en una personalidad, que, aunque deja volar de a poco la impunidad, sabe reclamar con furia sus derechos. Nuestra historia, con su impecable discreción, es el juez incorruptible que pone en su lugar a los ingratos y a los nobles, aunque no actúa en el momento y deja pasar el tiempo”, recalcó el artista nacional.
“Guatemala tiene un himno, tiene una bandera, y una geografía bendita. Pero su patrimonio radica en su gente y en lo que ellos deciden, todo lo que contradiga su voluntad deberá someterse al juicio de la historia y a la furia de gente que solo sabe vivir de dos maneras, quizás por un complejo mecanismo que la misma historia instaló en la psicología de lo que somos, podemos estar en paz o podemos estar en guerra, sin dudarlo un instante nos viene mejor la paz y para permanecer así nada hay como respetar la voz de nuestro pueblo para continuar en este sendero sinuoso que nos hace sobrevivir con alegría”, expresó Ricardo.
“Cada gobierno que pasó fue la esperanza del pueblo guatemalteco, seguramente en su momento se les hubiera defendido a ustedes de la misma manera. Dejemos entonces que Guatemala tenga una nueva oportunidad para la esperanza, en este carrusel surrealista que le entrega 4 vueltas al elegido, la primera de las vueltas para generar expectativas y anunciar cambios, la segunda para darse cuenta de que cumplir las promesas es más difícil de lo que se creía, la tercera para sucumbir a la realidad y desenmascarar por completo su auténtica personalidad, y la última vuelta para aguantar la terrible decepción de un pueblo que nuevamente escogía al que no debía y no le queda más que poner las esperanzas en el siguiente en turno. No le quitemos entonces ese pedacito de esperanza que es un rayo de luz entre la oscura realidad de nuestro país, esperemos que esta vez el carrusel, nos traiga con sus vueltas mejores noticias. Detrás de las cortinas, en las oficinas donde se deciden las cosas que generan caos y desesperanza, agazapada, confundida pero atenta… LA HISTORIA ESCRIBE”, concluyó. Ricardo Arjona.