Diéguez Arévalo comenzó su carrera diplomática en 1984 en la embajada de Guatemala en México, fue vicecanciller de 2006 a 2008, y directora general de Relaciones Internacionales Bilaterales de la Cancillería.
Jovel Polanco ha desempeñado varios cargos en el ministerio de Relaciones Exteriores desde el año 2000, hasta ser directora de Integración de la Dirección General de Relaciones Internacionales Multilaterales y Económicas, antes de ser juramentada como viceministra.
Asimismo, Castillo Sosa trabaja en la Cancillería desde 2007 como encargada de inventarios de la planta central.
Debido a que se dieron rotaciones, los anteriores vicecancilleres, Óscar Padilla, Rodrigo Vielmann, y Marta Xicará, continuarán en el servicio diplomático en el exterior o en la Cancillería.
Asumen nuevos vicecancilleres. Los anteriores continuarán en el servicio diplomático. Foto: MRE pic.twitter.com/VjH2XU1ysO
— Geovanni Contreras (@contrerasGEO_PL) February 10, 2016
El jefe de la diplomacia guatemalteca, Carlos Raúl Morales, explicó que, con el fin de fortalecer la Cancillería, la mayoría de nombramientos en el exterior será en base a la carrera diplomática.
“El señor presidente –Jimmy Morales– desea respetar el servicio diplomático y solo nombrará a un 20 por ciento aproximadamente de los embajadores. Es decir, de 44 embajadores, 37 serán de carrera, y apenas unos seis o siete serán nombramientos políticos”, afirmó el canciller.
En esa mayoría de carrera diplomática se incluirá al embajador de Guatemala en Washington, y no llegará de ningún sector, contrario a nombramientos anteriores. Morales añadió que el gobernante le aceptó que no haya nombramientos políticos de cónsules, por la labor tan especializada que realizan.
Dentro de la dinamización del servicio exterior que se busca impulsar, está el “traer a servir a Guatemala” a funcionarios que nunca lo han hecho y que solo han trabajado en el exterior.
“Hay embajadores que llevan 20 años fuera y nunca han servido en Guatemala. Ellos regresarán. Además, todo funcionario de carrera que quiera servir en alguna embajada o consulado, tendrá que servir primero tres años en planta central, en Guatemala. Así como funcionarios que siempre han estado en Guatemala desde hace años, saldrán al exterior”, explicó Morales.
Desde las universidades
Los nuevos funcionarios de la diplomacia en el país serán reclutados de las universidades, las que propondrán a los mejores estudiantes de Relaciones Internacionales, que hablen inglés o algún otro idioma.
En 2004, como director general de Relaciones Internacionales Bilaterales, Morales pidió a los decanos del ramo que propusieran a sus mejores estudiantes, quienes ahora son funcionarios de la Cancillería. Esa mecánica se repetirá.
Otro requisito es que los estudiantes deben estar graduados y tener un grado académico en Relaciones Internacionales.
Cancillería contratará a los mejores estudiantes universitarios en Relaciones Internacionales | https://t.co/6jLKppfqlC
— Geovanni Contreras (@contrerasGEO_PL) February 10, 2016
A eso se suma la reapertura de la Escuela Diplomática en el ministerio de Relaciones Exteriores, la cual capacitará a los funcionarios con una maestría en el ramo, mediante un convenio con la Universidad Rafael Landívar.
Dicha academia es dirigida por Luis Alberto Padilla, embajador de carrera y quien ha brindado servicio diplomático en Ginebra, Rusia, Austria, Países Bajos, y Chile.
Contratar a hijos de migrantes
Por la falta de recursos y para poder ampliar los consulados de 15 a 25, solo se nombrará a tres funcionarios por consulado, y contratar localmente a los hijos de migrantes guatemaltecos como personal operativo.
“Ellos conocen bien a la comunidad, hablan inglés y son jóvenes. La idea es emplearlos a ellos y no a otras personas de otras nacionalidades”, indicó el canciller Morales.
De esa forma se busca más acercamiento con las organizaciones de migrantes y recoger en forma directa sus observaciones sobre el desempeño de los funcionarios.
Entre los vicios que se eliminarían está nombrar a personas con nacionalidad del país donde se encuentra la misión diplomática, y que a veces no se acreditan –registrar como corresponde ante la Cancillería–, por lo que serán trasladados o removidos.
Sin embargo, lo ideal es actualizar la ley del Servicio Exterior, que data de 1961, porque permite que se den ese tipo de vicios o nombramientos políticos.