Política

Reforma educativa falla 10 años después de haber sido implementada

La Universidad de San Carlos suspendió la profesionalización de nuevos estudiantes y pide conformar una comisión con la Presidencia de la República y el Ministerio de Educación.

estudiantes jóvenes

Con el préstamo se busca apoyar a los jóvenes a que finalicen sus estudios académicos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

La reforma educativa para la profesionalización a nivel universitario de docentes fue la principal política impulsada por el Ministerio de Educación que estaba a cargo de Cinthya Del Águila, bajo la administración del Presidente Otto Pérez Molina y que logró su aprobación pese a los fuertes enfrentamientos que provocó con parte del sector educativo y estudiantes normalistas.

Esto sucedió hace 10 años y una década después de haber eliminado la carrera de magisterio a nivel diversificado y convertirla en un Bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Educación, no ha tenido los resultados esperados.

Por el contrario, el Consejo Superior Universitario (CSU) anunció que dejará en suspenso la formación de nuevos estudiantes en el programa de Formación Inicial Docente (FID).

Este programa es producto de un convenio que la Universidad de San Carlos firmó con Pérez Molina y Del Águila en octubre de 2013 donde se establecieron los parámetros que garantizarían la preparación universitaria de quienes estudien el Bachillerato en Educación.

Pero según expuso el CSU en un comunicado, está programa no está cumpliendo con las expectativas ya que el Mineduc no ha contratado a ninguno de los profesores egresados “lo cual ha incidido negativamente en el interés de la juventud para formarse como docentes”, indicaron.

El ministerio paga a la Usac Q8,800 anuales por cada estudiante que participa en el FID y al no contratar a ninguno para impartir clases sería una inversión perdida.

Además, mencionan que las pruebas de los graduandos del Mineduc y del examen de conocimientos básicos en Matemática que deben aprobar para ingresar “han evidenciado las limitadas competencias de razonamiento lógico-matemático de los egresados del Bachillerato en Educación, en cualquiera de sus cinco especialidades”.

Tras esta información, el CSU decidió poner en pausa este programa y pidió al gobierno conformar una comisión para evaluar y encontrar soluciones para la continuidad de la formación universitaria de los docentes.

“La universidad ha venido acompañando académicamente al proceso de los estudiantes, cómo rinden en los profesorados y cómo ingresan a la universidad. Los resultados han sido deficientes, pero así se gradúan ellos con el Bachillerato en Educación”, explicó Alice Burgos, Directora General de Docencia (Diged)de la Usac.

Según datos de la Diged, desde que se implementó este programa, el nivel educativo de los estudiantes ha ido decreciendo. En 2015, el porcentaje de egresados de este bachillerato que aprobaron el examen básico de Matemática para ingresar a la universidad fue únicamente del 25 por ciento.

El porcentaje más bajo se presentó en 2018 cuando solo el 7% aprobó esta evaluación. Aunque los números mejoraron en 2019 y 2020, éstos se mantuvieron en un 21 por ciento.

Pero la calidad educativa de estos estudiantes no es lo único que ha venido en picada. La matricula estudiantil de quienes deciden optar por esta carrera también ha disminuido.

Mientras que en 2015 había 18 mil 91 estudiantes inscritos, en 2020 fueron 12 mil 876 y Burgos agrega que, de ese total, solo 4 mil 982 se graduaron y no todos aplicaron a la formación universitaria.

De esta manera, la formación de nuevos maestros encargados de la educación de millones de niños y niñas podría estar en crisis. Si en 2009 quienes estudiaban la carrera de magisterio representaban el 21% de las carreras de diversificado, con el Bachiller en Educación es apenas el 3%.

“No podemos decir que la reforma no funcionó, cuando se tomó esa decisión se hizo un análisis comparado a nivel internacional y éramos el único país, además de Haití, que no formaba a sus profesores de primaria en la universidad. El problema es el conjunto de decisiones que se han ido tomando y que ha derivado en la contratación de docentes y en la forma en que se está haciendo el bachillerato en educación”, agregó Burgos.

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Sin construir un buen modelo

El pedagogo Carlos Aldana fue uno de los opositores a la reforma que abanderaba Del Águila y Pérez Molina.  Al ver la decisión que tuvo el CSU indicó “en su momento, el sector educativo que estábamos en contra de las formas y fondos de la transformación del magisterio nos opusimos por varias razones y una de las más importantes era que no se veía que esas reformas respondieran a una visión de país y que fuera con fundamentos pedagógicos, fue una imposición, no aceptaron ningún consenso”.

El diputado Mario Torres, presidente de la Comisión de Educación del Congreso, recibe de estudiantes la propuesta de cambios al magisterio ante el anuncio del Mineduc por eliminar la carrera a nivel diversificado. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

A decir de Aldana, que los maestros se prepararan en la universidad no garantizaba una mejora en la calidad educativa y la situación actual lo demuestra.  “No es que haya que volver a las Normales como estaban antes, pero rompieron un modelo y no se preocuparon por construir otro, pero a lo mejor este es el momento para que se replantee un nuevo modelo de formación docente”, dijo.

Por otro lado, la ex ministra de Educación y directora del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), María del Carmen Aceña, agregó que el problema es el sistema de reclutamiento de maestros que actualmente no se hace por mérito ni capacidades

“El problema de la educación actual es que están reclutando a maestros que no tienen las calidades, es un sistema clientelar que funciona a través de los pactos colectivos”, indica.

A decir de Aceña, el FID se debe abrir a todos los bachilleratos y no solo a quienes estudien Orientación en Educación, pero haciendo una previa evaluación para conocer quiénes tienen la vocación para ser maestros. Esto unido a una formación del docente en servicio.

“Ya que tocaron el punto, abramos la discusión a nivel nacional para cambiar el sistema de reclutamiento de maestros ya que los actuales tienen una muy mala calidad educativa”, agregó.

La exviceministra de Diseño y Verificación de la Calidad Educativa, María Ester Ortega comparte los mismos criterios y menciona que es importante que Guatemala tome en cuenta qué es lo que funciona en otros países y aplicarlo.

“Se están tomando las medidas correctas para profesionalizar a los maestros, pero sin tomar en cuenta la baja calidad educativa que quieren que la universidad arregle”, dice.

Al momento del cierre de este artículo, el Ministerio de Educación no se había pronunciado al respecto.

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